Si Te Tengo A Ti, Tengo Todo

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Un día, como cualquier otro, en el camino a casa, me encontré con una amiga que estaba en mi antiguo colegio. Y justo detrás venia Dylan.
Ana: hola
Eva: hola! ¿Que tal todo?
Ana: bien, tu sabes... Y ati, que, como te va.
Eva: Muy bien.
Y que, ¿vas para el barrio?
Ana: si, vamos para aya jajjaja
Dylan: hey eva! Que de tiempo!
Eva: jajaa dylan, ¿vas para el barrio?
Dylan: si, vamos todos juntos mejor.
Ahh y hola Ana.
Ana: hola Dylan.
La verdad, esque estuvimos casi todo el camino sin hablar.
Corrijo.
Estuve casi todo el camino sin hablar. Menos cuando Eva tiro por la calle donde ella vivía, y seguimos nosotros dos...
Alguien tenia que romper el silencio,
Y ese alguien fue dylan.
Dylan: Y bueno... ¿como te va?
Ana: Tu sabes. Sobreviviendo como puedo. ¿Y tu? 
Dylan: perfectamente.
Los de mi clase son muy buena gente, y encima,  hay una chica que me tiene loco.
Ana: ahh. Me alegro por ti.
Dios, ¡tenia ganas de matarla!
Odio esa costumbre que tienen la mayoría de los chicos, de hablar de sus novias, o de la chica que le gusta con sus amigas.
Y más , que como el me gusta, pues me jode mucho que a el le guste otra.
La verdad, es que suena algo egoísta, pero es que es verdad.
¿no puede reservarse esas cosas para el? Bueno. Pensé, que si lo invitaba a mi casa a comer, ibamos a poder hablar mejor, y estar un rato juntos... seguro que acepta, y más que le encanta la comida que prepara mi mamá.
Ana: Bueno, Dylan, ¿Te quedas en mi casa a almorzar?
Dylan: Vale, pero vamos a ir a avisar a mi madre.
Ana: okey.
Fuimos a avisar a su madre en un momento, y volvimos a mi casa.
Al llegar dejamos las maletas en la entrada, nos sentamos, almorzamos y nos metimos en mi habitación.