Dos minutos.

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Hoy había sido un día muy agotador para Ana tres trabajos y sólo una hora para dormir, pero sabía que no podía llegar tarde de nuevo, ella sabía lo que le esperaba si llegaba tarde otra vez. El cielo se estaba pintando como de calabaza y tenía poco tiempo. Agarro su bicicleta y empezó a pedalear, ¿podría ella llegar a su casa hoy, sin recibir cicatrices a cambio?. Eso dependía de su poco de fuerza que le habría sobrado. Durante el día había lavado los platos, limpiado el baño, cajera etc. Ganaba una miseria en todos los trabajos pero, esa seria su vida, algo a lo que nunca se acostumbraría.

Hoy no fue su día, eran las 6:02 y aunque había llegado 2 minutos tardes, no era suficiente. Se quedo afuera de su casa sentada al frente de la puerta llorando, por que tenia tanto miedo a entrar, que decidía mejor no entrar. ¿Pero donde dormiría?, ninguno de sus vecinos sabían de su existencia. Toco suavemente la puerta y nada, temblando toco de nuevo. Ya ella sabia lo que significaba, que tendría que rogar para entrar. Toco las ventanas, tres o cuatro veces y se escucho el quejido de la puerta abrir y respiro profundo y se asomó. Vió una mano salir por un pequeño espacio que quedaba, y le dio luz verde para entrar. Ella sabía, pero igual no sabiendo no haría la diferencia, cuando entró su madre se encontraba esperandola en la cocina. Cuando empezó a dar pasos, su corazón parecía querer reventarse, su madre la miro fijamente a los ojos y le dijo:

-"Acercate"

Ella se quedo en silencio y dio dos pasos mas.

-"Un poco mas"

Pero sabía que, ahora si tenía que enfrentar la situación.

Luego de unos segundos su madre la agarro por el cabello y la empujó a los muebles y dijo:

-"Te dije que si llegabas tarde otra vez no te lo iba a perdonar, esto lo hago por tú bien, te podría haber pasado algo, ya es muy tarde para que estés en la calle."

Le pego, la agarro por la cabeza y le daba contra los muebles y mesas. Le daba puños en la cabeza hasta que sangrara, cuando veía sangre paraba y le decía:

"Ya aprendiste la lección, no tenias por que llorar, es educación, disciplina y amor. ¿Lo sabes verdad? algún día me entenderás."

Ella subía las escaleras sin poder, tocándose la cara. Se encerró en el baño y empezó a llorar, pero nadie la escuchaba ni ella misma se podía escuchar. Ana había nacido muda, y por eso el mundo la aplastaba. Su voz nunca seria escuchada...






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⏰ Última actualización: Dec 20, 2015 ⏰

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La tempestad de AnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora