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Pues veo que Leon y Geia, traen ya al conejo amarrado en una vara, estoy hambrienta y exhausta, lo único que quiero en este momento es despejar mi mente y disfrutar del bello atardecer, todos estábamos en silencio observando el hermoso fuego que parecía estar bailando, inquieto por querer tocar algo que abrasar, cayo la noche y los tres comenzamos a comer pues la verdad el silencio ya me comenzaba a molestar lo único que podía escuchar era como cada uno masticaba, luego recordé lo del oso, algo que en verdad me tenia muy pensativa.

 —Leon, ¿Como sabes tanto de los  osos ?

—Mi padre es un experto en la caza, agricultura, minería y muchas entre otras cosas mas, ha vivido en este lugar por mucho tiempo y pues como se ve todo lo que yo se, lo aprendí del mejor.

—¿ Porque no viniste con tu padre? —menciono Geia.

—Hace 2 días que no regresa a casa, Esta obsesionado con un tesoro.

—¿Tesoro?

—Si, pero no creo que tal tesoro exista, ya que mi padre dice que el tesoro se encuentra en el "Reino de Flora" y todos sabemos que el reino desapareció, hasta el mismo es consciente de eso.

Al escuchar lo que Leon dijo , Geia y yo hacemos contacto visual, esto me recuerda demasiado a mi madre es tan obvio, ella era la reina de "Flora" pero aquí hay algo que no me hace entender, ¿porque el viejo querrá el tesoro? si el mismo sabe que el reino ya no existe, de repente Leon interrumpe mis pensamientos con un comentario que hizo.

—No entiendo porque mi padre, hace todo esto por ese estúpido hombre. 

—¿Que hombre Leon?

—Francisco Hosk, trabaja en la capital para el "Presidente Hugo".

—¡Que! esto debe ser una broma.

—Créeme, no lo es, bueno chicas — bostezo— . En verdad tengo mucho sueño así que dormiré. 

En verdad estoy muy atónita, todo esto me deja pensando, mi mente en este momento es un tornado de pensamientos, levanto mi cabeza y observo que todos ya están descansando mis ojos solo se concentran en el cielo oscuro lleno de estrellas muy brillantes no puedo dejar de observarlas, hasta que mis parpados se comienzan a cerrar lentamente y de repente caigo en un sueño profundo.

El sol alumbra mi cara y me levanto de inmediato al igual que, Geia y Leon, los tres tomamos nuestras cosas y decidimos que ya era hora de irse, saliendo del bosque Leon se despidió de nosotras y tomo un rumbo diferente, ya casi llegamos así que corrí hacia la casa y comencé a gritar:

 —"¡Mamá!"  revise la cocina y no había nadie, Geia fue al patio trasero y tampoco estaba allí, subí las escaleras y me dirigí hacia su cuarto y allí estaba.

—¿Porque tanto escándalo Crism?

 —solo quería saber si ya estabas en casa, ¿Mamá te pasa algo? —antes de que ella respondiera— . Geia llego y con una cara de preocupación, mamá dijo:

—"Hijas" por favor tomen asiento, hay algo muy importante que les quiero decir.

— ¡Mamá! —dijo Geia con una voz suave.







Despertando En El EspacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora