El principito

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Sinopsis:

                    El principito de Saint-Exupéry nos cuenta la historia de El principito, un muchachito perdido en el desierto del Sahara que se topa con una aviador que ha sufrido una avería. Presentado como un personaje curioso pero melancólico y solitario, El principito es el único habitante del Asteroide B-612, donde se dedica a deshollinar sus volcanes y a arrancar los terribles baobabs del suelo; además, cuida de una flor orgullosa que no es más que una rosa común, pero eso el protagonista no lo sabe. Con tristeza le va desvelando su historia al aviador, que cada vez se va interesando más y más por ese hombrecillo ingenuo. Y es el aviador quien nos cuenta el viaje desde el Asteroide B-612, pasando por planetas peculiares, hasta llegar a la Tierra.

Frases:

"Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones."

"Viví mucho con personas mayores y las he conocido muy de cerca; pero esto no ha mejorado demasiado mi opinión sobre ellas."

"Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos."

"Es muy triste olvidar a un amigo. No todos han tenido un amigo."

"Es una cuestión de disciplina, me decía más tarde el principito. Cuando por la mañana uno termina de arreglarse, hay que hacer cuidadosamente la limpieza del planeta. Hay que dedicarse regularmente a arrancar los baobabs, cuando se les distingue de los rosales, a los cuales se parecen mucho cuando son pequeñitos. Es un trabajo muy fastidioso pero muy fácil."

"Conozco un planeta donde vive un señor muy colorado, que nunca ha olido una flor, ni ha mirado una estrella y que jamás ha querido a nadie. En toda su vida no ha hecho más que sumas. Y todo el día se lo pasa repitiendo como tú: "¡Yo soy un hombre serio, yo soy un hombre serio!"... Al parecer esto le llena de orgullo. Pero eso no es un hombre, ¡es un hongo!"

"Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante."

"Será necesario que soporte dos o tres orugas, si quiero conocer las mariposas; creo que son muy hermosas. Si no ¿quién vendrá a visitarme? Tú estarás muy lejos. En cuanto a las fieras, no las temo: yo tengo mis garras."

"Sólo hay que pedir a cada uno, lo que cada uno puede dar —continuó el rey. La autoridad se apoya antes que nada en la razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, el pueblo hará la revolución. Yo tengo derecho a exigir obediencia, porque mis órdenes son razonables."

"Yo puedo juzgarme a mí mismo en cualquier parte y no tengo necesidad de vivir aquí."

"Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores."

"Bebo para olvidar que soy un borracho."

"Yo —dijo aún— tengo una flor a la que riego todos los días; poseo tres volcanes a los que deshollino todas las semanas, pues también me ocupo del que está extinguido; nunca se sabe lo que puede ocurrir. Es útil, pues, para mis volcanes y para mi flor que yo las posea. Pero tú, tú no eres nada útil para las estrellas..."

"¡La Tierra no es un planeta cualquiera! Se cuentan en él ciento once reyes (sin olvidar, naturalmente, los reyes negros), siete mil geógrafos, novecientos mil hombres de negocios, siete millones y medio de borrachos, trescientos once millones de vanidosos, es decir, alrededor de dos mil millones de personas mayores."

"Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer."

"Te miraré de reojo y tu no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos."

"Únicamente los niños saben lo que buscan. Pierden el tiempo con una muñeca de trapo que viene a ser lo más importante para ellos y si se la quitan, lloran."

"Tú para mí, no eres más que un jovencito semejante a cien mil muchachitos. Además, no te necesito. Tampoco tú a mí. No soy para ti más que un zorro parecido a cien mil zorros. En cambio, si me domesticas..., sentiremos necesidad uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo."

"Si sé que vienes a las cuatro de la tarde, comenzaré a estar feliz desde las tres. A medida que se acerque la hora más feliz me sentiré. A las cuatro estaré agitado e inquieto; comenzaré a descubrir el precio de la felicidad. En cambio, si vienes a distintas horas, no sabré nunca en qué momento preparar mi corazón."

"¡Qué planeta más raro! —pensó entonces el principito—, es seco, puntiagudo y salado. Y los hombres carecen de imaginación; no hacen más que repetir lo que se les dice... En mi tierra tenía una flor: hablaba siempre la primera."

"-Lo esencial es invisible para los ojos —repitió el principito para acordarse."

"Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella."

"Los hombres -dijo el principito- se meten en los rápidos pero no saben dónde van ni lo que quieren. Entonces se agitan y dan vueltas."

"No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo."

"Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio."



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