Me encontraba con Rocker en la cima de Kaleula Montain. Una fuerte ventisca nos golpeó. Mis dientes tiritearon y me encogí del frío en mi lugar mientras esperaba a que mi buen amigo Jo, llegara.
En la sima de aquella montaña no se podía distinguir nada por la densa neblina que nos rodeaba.
Rocker se encontraba sentado un metro delante de mí.
Lo escuché dar un respingo y entonces, se puso de pie. Extendió su mano izquierda en el aire y dibujó una línea recta imaginaria con su dedo.
La barra de opciones se abrió frente a él y luego el comunicador.
-Jossie, ¿dónde rayos estás? Lev y yo ya llegamos al portal del jefe y déjame decirte que nos estamos muriendo de frío acá arriba. Eres un insensible -exclamó Rocker mirando a la pantalla que se encontraba frente a sus ojos.
Se escuchó un pitido y después, Jo se aclaró la garganta a través del comunicador.
-No seas nena Rocko, sólo estás así porque quieres ver ese tonto partido de fútbol... Por cierto, estoy a sólo un mapa de llegar. Lev, asegúrate de que Rockoloco no haga algún desfiguro.
Me puse de pie y me coloqué a un costado de Rocker.
-¡Uy, papá! No sabes lo que dices, Barcelona siempre se luce en todos sus partidos... Te informo que tienes un minuto a partir de ahora para llegar. A menos de que quieras que le haga una pequeña visita a tu amado Jack...
-No metas a Jack en esto, ¿sí?
-Sesenta... Cincuenta y nueve... Cincuenta y ocho...
-Lev... Por favor, usa parálisis en Rocko...
Rocker dio un paso atrás pero continuó con la cuenta regresiva.
Yo sólo solté un bufido.
Cuarenta y cinco, cuarenta y cuatro, cuarenta y tres, cuarenta y dos...
-Lev... ¿Estás ahí?
-Sólo te diré que será mejor que llegues antes de que Rocker termine de contar -. Fue lo único que dije antes de darme la vuelta y caminar hasta el portal que nos llevaba a la sala del jefe.
Rocker prosiguió su cuenta regresiva. Yo me recargué en el marco del portal y cerré los ojos por un momento.
Blink blink
Un nuevo mensaje.
Mi bandeja de entrada apareció frente a mí.
Di un clic en el nombre del remitente y el mensaje se abrió.
Re: Yuno.
"Hola hermosa, vamos a farmear Thimber. Server 2"
Tecleé rápido una respuesta.
Re: •Levana•
"Justo ahora no puedo, voy a estar en boss con Jossie y Rocker. Lo siento..."
Pulsé "enviar".
Yuno fue mi primera amiga en Illia. Le tenía muchísimo cariño pero a veces ella era un poco... Extraña...
•••-¡Buffs! -Gritó desde la lejanía. Yo no podía ver nada por culpa de la maldita neblina y la nieve que caía sin cesar del cielo.
Fue entonces cuando un rayo de luz me rodeó y sentí que mi fuerza aumentaba levemente.
Uno más... Está vez me sentía más flexible y ligera.
Finalmente, una esfera de energía me cubrió por completo y me sentí más segura que antes, mi defensa había aumentado de manera impresionante.
Estábamos listos...
-Todos dentro, ¡ya!
En un abrir y cerrar de ojos ya nos encontrábamos dentro de la sala del boss, que consistía en otro escenario de nieve, pero esta vez (para suerte nuestra) ya no había tanta neblina y viento. Sin embargo, a pesar de todo, se seguía sintiendo un frío infernal.
Aunque no tardó demasiado para que se calentaran las cosas y nos olvidáramos por completo del clima.
Un enorme dragón metálico apareció frente a nosotros. La neblina se esfumó abriéndole paso al rey de la montaña. Cuyo reinado no duraría mucho, ya nosotros nos encargaríamos de eso.
-Ya no estoy tan seguro de poder con éste... -murmuró Rocker dando un paso hacía atrás y temblando de nervios más que de frio.
-No sean ne-nenitas -respondió Jo, mientras su voz se quebraba un poco y eso bastó para que nos percatáramos de que él tenía tanto miedo como nosotros.
-Lev, vas...
Jo debía estar loco... ¿Yo? No sabia que la regla de "las mujeres primero" aplicaba en ocasiones como esta...
-Ah, pero qué caballero...
Genial, lo que me faltaba... Que me volvieran a utilizar de cebo...
Me armé de valor y me llevé el arco a mi mano derecha y con la otra tomé una flecha que rápidamente coloqué en el orificio del arco.
Apunté a mi objetivo, inhalé, exhalé y me concentré al máximo antes de tirar de la flecha, que enseguida se encendió en llamas y se hundió en el pecho de mí víctima.
