Semanas

1° Semana

Lunes:

Ella iba a paso rápido, sus tacones resonaban cada vez que pisaba el suelo, llevaba un vestido negro pegado al cuerpo hasta medio muslo, su chaqueta de cuero, sus tacones negros de aguja 7 cm de alto y unas medias negras.

Llevaba su bolso negro en su hombro y su pelo pelirrojo rizado en una coleta de caballo.
Llegaba tarde a su examen de ingreso a la universidad, estudiaría psicología.
Llegó al gran edificio, entró por la puerta y caminó rápidamente a la sala de exámenes.
Se sentó en las primeras filas y un hombre le entregó tres hojas grapadas llenas de preguntas. Estaba nerviosa, ella había estudiado poco y sabía que iba a suspender el examen.

Martes:

Su despertador empezó a sonar, ella ya estaba despierta, eran las 6:30 y aún no había salido el sol.

Se vistió; su ropa interior, un jersey azul oscuro, su pantalón negro ajustado y sus viejas converse negras. Se preparó un té verde mientras veía las noticias, aunque sea aburrido al menos le distraía de sus pensamientos.

Hoy su día consistía en comer helado hasta reventar y ver películas sola como siempre.
Asique salió de su departamento con las llaves y el dinero, bajó las escaleras y salió del edificio.
Caminó hasta el supermercado cercano de su edificio y compró tres potes grandes de helado, uno de limón, otro de fresa y el último era de dos sabores; sandía y melocotón.

Esto es más que suficiente, no creo que vaya a poder comerlo todo sola -piensa.

Después de comprarlos caminó hasta su edificio, subió las escaleras hasta el tercer piso y entró en su departamento.
Metió los potes de helado en el frigorífico mientras que se fue a la sala a elegir la película que quiere ver, de tanto pensar eligió en ver la película de Cazadores de sombras: ciudad de huesos.

Ya de noche, no tenía hambre para cenar asique decidió en ir a dormir, aunque el insomnio le ganaba.

Miércoles:

Ella estaba concentrada en su folio blanco de dibujo, pensando en que dibujar cuando su mente en realidad estaba en blanco.
No sabia lo que le pasaba, el por qué de su mente en blanco, se sentía sola, triste y vacía.
Dejó el lapiz en la mesa y se levantó cansada, cogió su portátil y tacleó Youtube, puso I see fire de Ed sheeran le dio play a la canción, lo subió a todo volumen y dejó que la canción fluya por sus oídos.
Se tumbó en la cama, quedando de cara al techo, se sentía fatal psicológicamente.
Y las lágrimas empezaron salir de sus ojos.

Desde que esas lágrimas salieron, no cesaron hasta cansarse.

Jueves:

-Hija, te ves fatal -dice su padre preocupado- estás más pálida y tienes unas horribles ojeras, ¿comes y duermes bien?.

-Si papá, ya te he dicho que estoy bien -contesta Amanda con una sonrisa fingida.

-Bueno...Te creeré, me tengo que ir a mi casa cielo, el sábado vengo a verte -dice su padre, dándole un beso cariñoso en la frente, despidiéndose de ella en la salida de su departamento.

David Clapton es el padre de Amanda Clapton, él es rubio y de grandes ojos azules y no es para nada idéntico a Amanda, ya que ella tiene ojos verdes claros y su pelo es pelirrojo rizado, muy rizado.
Amanda con tal sólo seis años de edad su madre murió de leucemia. Eso hizo una gran depresión para la joven y que aún no puede superar del todo la pérdida de su madre.

Ella cerró la puerta de su departamento y caminó a la sala y cogió su móvil, puso una canción, Astronaut de Simple Plan.
Le dio a máximo volumen y se tumbó en el sofá, escuchando la canción y adentrándose en sus pensamientos.

Cada vez se sentía más sola.

Viernes:

Caminaba a paso lento, no tenía prisa en ir a la biblioteca, como todos los viernes.
Vestía de un vestido negro pegado al cuerpo con el logo de Bob Marley, sus medias de rayas azules transparentes, su chaqueta de cuero y sus viejas converse negras, tenía el pelo suelto dejando que los rizos caigan en sus hombros. Entró por la puerta y saludó al bibliotecario, Dylan.

Caminó sin prisa al pasillo juvenil, habían muchos libros pero no sabía cual elegir.
Decidió por coger, Apariencias  de Madeline George.
Cuando vino a darse la vuelta se chocó con un chico, provocando que se cayeran al suelo.

-L-lo siento.

-No pasa nada, ¿estás bien? -pregunta el chico.

Amanda se quedó mirando los ojos del chico, azules como el cielo, su pelo castaño despeinado y pálido.

-Si, ¿estás bien tú? -pregunta Amanda.

-Si, toma, tu libro -dice dándole el libro que se le había caído a Amanda hace menos de un minuto.

-Gracias...

-¿Nos volveremos a ver? -pregunta el chico.

-Posiblemente.

El chico cuyo nombre desconoce le dedicó una sonrisa a Amanda y se fue desapareciendo por el pasillo.

Ella se sentía extraña.

Sábado:

Suspiró frustrada, dejó la carta con los resultados en la mesa, ella había suspendido el examen...

¿Ahora qué voy hacer?-se preguntó.

Su móvil comenzó a sonar.

-¿Hola?

-Amanda, cariño soy tu padre, arreglate que vamos a cenar juntos, en veinte minutos estoy abajo en la puerta.

-Vale, ahora nos vemos. -y colgó.

Amanda se vistió con un vestido blanco elegante hasta las rodillas, sus tacones negros de aguja de 7cm, su chaqueta negra de cuero y dejó su pelo suelto.
Cogió su bolso con las llaves de su departamento y salió del edificio.

Su padre estaba ahí con un traje esperando la, tendrían una cena de padre e hija.

Llegaron a un restaurante chino, entraron y se sentaron en una mesa apartada de los demás y cerca de la ventana, pidieron Shushi y bolas de arroz con dos vasos de Coca Cola.

-Quiero hablar contigo cielo -dice su padre.

-Dime.

-He estado pensando que te has ido demasiado temprano de casa y quiero que vuelvas Amanda, me siento muy sólo.

-Me lo pensaré papá.

Su padre suspiró y fingió una sonrisa.

Domingo:

Hoy prácticamente ella no ha hecho nada, sólo estuvo todo el día tumbada en el sofá con la casa a oscuras y escuchando música.
Sólo se levantaba para ir al baño o ir a comer algo.

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