Discuciones iniciales

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Tras leer aquel mensaje su cabeza se lleno de confusiones, no recordaba nada, por unos minutos, un mareo horriblemente fuerte invadió el cuerpo de la chica, tal fuel el dolor que tuvo que sujetarse de el único mueble cercano para evitar perder el control, pasaron varios minutos mientras la chica seguía con su mirada fija en el suelo de la habitación, decorado con losas de color negro y blanco.

Su concentración se perdió al oir ligeros golpes en la puerta, una voz masculina se escucho.

-¿Has despertado?

La chica no pudo responder, pero se ría que el malestar se iba difuminando a medida que pasaban los segundos, posiblemente al no obtener respuesta alguna la personas optará por entrar el la habitación, y así lo hizo, frente a ella, un hombre, de unos 22 años a lo mucho, llevaba un traje de mesero con una camisa en tonos morados, a juego con el color de su cabello, pero eso no la sorprendió tanto como ver dos prominentes orejas de conejo sobresalir por su cabeza.

-¿E-Eres un conejo?- preguntó, aunque parecían de verdad, ella quería asegurarse y además sus nervios no la ayudaban en lo más mínimo.

El chico solo sonrió de forma burlona pero al mismo tiempo amable -Que no iba a ser si no un conejo , ¿acaso esperabas un oso?- dijo esta frase mientras se agacha a la altura de la pequeña y colocaba una mano en su hombro, intento fallido de  infundir valor.

-No te preocupes Mangle-chan, es hora de conocer a la pandilla.

Contemplo un momentos el rostro de la chica, fijándose sobretodo en sus ojos, ¿qué tendría? Adema seguía pensado en ese extraño nombre, aunque no le dio mucha importancia, después se presentaría adecuadamente.
Él entrecerró los ojos un segundo, se irguió caminado hacia la puerta, desde donde la volvió a mirar esperando que la siguiera.

Ella solo empezó a caminar como podia siguiendo al conejo morado,  caminaron lo que parecía interminable... todo era tan monótono que cuando pararon por unas cortinas cerradas, destacaron mas de lo que deberían.

La chica se colocó frente a las cortinas sin notar que el conejo se iba alejando y desaparecía en una puerta más allá. Agarro la cortina y moviéndola dio un vistazo al interior, todo era oscuro, sin embargo se sentía la presencia de algo en el interior, guiada por la curiosidad se adentró en aquella cueva, escuchaba una respiración que se hacía más fuerte conforme avanzaba, hasta que algo se travieso en sus paso, eso la hizo caer hacia adelante, donde aterrizó en el pecho de un chico, todo era tan oscuro y la sorpresa tan grande que no le permitieron ver bien la apariencia del otro.

Este se levanto y la alejo con sus manos.

-¿pero quien eres tu?¿y qué haces colándote aquí?!

La chica no podía responder solo soltaba varios "lo siento" de forma atropellada sin entenderse ni ella misma. Se movía a oscuras chocando con el zorro que seguía alejándola y al mismo tiempo acercándose porque él tampoco veía nada.

De repente todo se lleno de luz, frente a los dos se encontraba Bonnie.

-¿pero que están haciendo?!

-¡Ella se metió! Y de paso ¿quién es esta? -dijo el chico que ahora se le podía ver bien, era pelirojo, llevaba un traje de marinero, un poco desgastado, una de sus manos había sido reemplazada por un garfio de metal, bastante afilado y uno de sus ojos estaba cubierto con un parche.
Una perfecta representación de un pirata antiguo.
Al verlo, ella no puedo evitar soltar unas risitas, ¿quien mentalmente cuerdo se vestiría así?
El chico la regreso a ver, su expresión de enfado daba risa, más que asustar.
¿Que miras? -preguntó de forma calmada, pese a que sus ojos mostraran intenciones asesinas.

Bonnie observó el cruce de miradas y soltó un largo suspiro colocándose entre ambos y mirando al pelirrojo.

-Foxy, basta, tendrás que convivir con ella mucho tiempo, mejor que empiecen a llevarse bien antes que ella sea la que tenga que intervenir. -

¿Ella? Muchas mas preguntas surgían en la mente de la chica, ahora conocía el nombre del otro, Foxy, algo en ella le decía que no lo olvidaría tan fácilmente.

Seguía observando fijamente el ojos del ya conocido con el nombre de Foxy, Bonnie se aclaró su garganta llevando la atención de los dos hacia él.

Hora de ir a la cocina -digo con los ojos cerrados, y dando media vuelta empezó a caminar de nuevo- todos nos están esperando, no debemos tardar.

Foxy coloco sus manos en el los bolsillos de su chaqueta y camino con desgana siguiendo al otro.

La chica no tuvo más remedio que seguir los dando pequeños saltitos para alcanzarlos, llego a un lado de Bonnie.

¿Por qué vamos a la cocina? -preguntó con inocencia, ya que la cocina era un lugar raro para reunirse.

Bonnie inclino su cabeza y le dedico una sonrisa. - la cocina es el único lugar sin cámaras, además es espaciosa y podemos hablar tranquilamente todos. -su voz denotaba nostalgia, claramente visible.

Ella no tuvo tiempo de preguntar algo mas por que en ese momento el grupo giro por una esquina y llegaron a un amplio lugar inundado con olor a pizza recién hecha, había ruido, mucho ruido, risas, y charlas de personas.

Intercambio una mirada con Bonnie, eso le infundio el valor que necesitaba para dar el primer paso dentro de la sala, era hora de conocer a todos.
... Bueno, a casi todos.

(FNAF fanfic) La historia de una chica con un nuevo pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora