Capítulo 3."Gracias"

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    La mato. Te juro que la mato. No puede hacerme esto, llevo media hora esperándola sentada en un banco frente al London Eye. La he llamado cinco veces y no me lo coge, me voy a tener que empezar a preocupar o llamarla otra vez, escojo la segunda opción y vuelvo a marcar su número. Un tono, dos tonos, lo coge, ya era hora.

"Gillian López como no estés aquí en dos minutos te juro que te corto a pedacitos y se los doy a los tiburones del zoo".- le digo enfadada.

"Skyti, lo siento mucho pero me ha ocurrido una emergencia. Mi madre va a dar a luz , se ha puesto de parto hace una hora. No voy a poder ir , estoy en la sala de espera del hospital".- me dijo apenada y alegre a la vez.

"¡Oh! Dios mío que buena noticia, no te preocupes por nada cariño, tu acompaña a tu madre y después te llamo y me cuentas que tal ha ido todo ¿va? Yo me quedo por aquí a ver las tiendas.".- Le dije para no preocuparla.

"Muchas gracias Skyti, te lo recompensaré cuando pueda, te invito a... Nando's, y no me digas que tu pagas lo tuyo porque no lo acepto. Me tengo que ir, viene un médico, te quiero amiga."

"Adiós Gill, suerte, te quiero."

    Vale, hoy llevaba un día completito, entre lo del aeropuerto y esto. Me levanté del banco en el que estaba y me fui a ver las tiendas, no tenía otra cosa que hacer. Pasee por todas las tiendas y me compré algunas cosas,  todas caemos en la tentación. Después de una hora y media más o menos me fui a una pequeña cafetería a tomar algo. Esa cafetería se convertiría en una de mis favoritas, lo venía venir,  sus mesas decoradas con rosas azules me enamoraron.

   Me senté en una mesa cercana a la ventana, me gustaba ver a las personas pasar e imaginarme como son sus vidas, si son felices o por el contrario solo sonríen falsamente. Me atendió una camarera que rondaba ya los cincuenta años, le pedí un cappuccino con una magdalena de chispas de chocolates. Me encantó el cappuccino y aún más la magdalena. Al fijarme por la ventana vi a dos chiquillas corriendo y después empezaron a parecer más y más.

"Es debido a los chiquillos estos famosos."- me dijo la camarera que seguramente me vio con el ceño fruncido hacia el cristal.

"¿Perdone?"

"Si, los one algo, one direction"

"¿Sí? Bueno, muchas gracias por el café y la magdalena, estaban muy ricas."- le dije a la vez que pagaba la cuenta.

"De nada linda y suerte con esos chiquillos".- me dijo guiñándome un ojo.

   Una vez fuera, empecé a perseguir a todas las adolescentes que pasaban por allí con carteles, camisetas...Y después de diez minutos de seguirlas llegamos a una plaza pequeña donde se encontraban millones de personas de las cuales solo me interesaban cinco.

"Si, tía, por fin vamos a poder verlos, es tan guay que vengan a firmar discos".- dijo una niña de no más de 14 años.

   Y vi la oportunidad, no tenía nada que perder por decirles esa palabra tan especial. Llevaba como una hora esperando y solo quedaban cinco personas delante de mí. Estaba nerviosa, no llevaba nada para firmar y temía que no me dejasen pasar. Por fin, era mi turno.

   Al primero que vi fui a Niall, sonriendo y riendo con Liam, pasé y rece porque todo fuese bien. No quería ni tartamudear ni parecer tonta delante de ellos, tiene que ser como siempre lo habría imaginado.

"Hola guapa, ¿ traes algo para firmar?".- Me dijo mi querido rubio.

"Gracias."- le dije y pasé a Liam, esto iba a ser así, no podía decir nada, solo quería que me recordasen por aquella chica que dijo gracias cinco veces, a cada uno. Sentía la mirada de Niall en mí pero no lo volví a mirar.

"Hola."- me dijo Liam con una sonrisa.- "¿Cómo te llamas?"

"Gracias".- volví a contestar y pasé a Zayn.

"Hola pequeña."- me dijo con su acento que tanto me encantaba.

"Gracias."-era todo lo que podía decir, no iba a pararme por más que quisiera abrazarlos.

    Al pasar a Louis me miró extraño, ya había escuchado todo lo que les había dicho a los demás.

"Eh, ¿por qué dices solo gracias?".- me dijo extrañado.

Yo sonreí y solo contesté.- "Gracias."

    Por ultimo estaba Harry, el me miraba de la misma forma que Louis, me iban a tomar como una loca pero esto era lo que necesitaba. Decir esas palabras me dejaban con un gran alivio.

"Hey, ¿Cómo te llamas cariño? Me pareces familiar."- me dijo esperando una respuesta que no fuese gracias, lástima que no iba a funcionar. Aunque tenía ganas de preguntarle de que me podría conocer.

"Gracias."- dije sonriéndole sinceramente.

    Antes de irme , volví la mirada y vi a todos mirándome, necesitaban respuestas, yo se las podría dar. Se las merecían así que cogí una carta que escribí para ellos , y se la deje encima de la mesa.

"Con esto lo entenderéis."- les dije dejando la carta encima de la mesa. Louis la cogió rápidamente y se la guardó en el bolsillo. Iba a hablarme pero no le dejé, les sonreí memorizando cada una de sus caras y me fui tranquila, sonriente y sobre todo aliviada.

    Lo que no sabía Jane, es que esa no sería la última vez que se verían las caras.

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