Erwin tenía unas ganas inmensas de cojerse al pelinegro, mientras más lo miraba más crecía su deseo y obsesión por poseerlo.
Cada parte de su cuerpo estremecía al ver al capitán limpiando esas ventanas, el vaivén de su cuerpo al hacer fuerza para dejar relucientes esos vidrios, hacían que el comandante, con su mente pervertida, pensara en una escena R18.
-"tonta Hanji, esa cosa que me dió en vez de quitarme el cansancio, me dió un calor indescriptible "- la doctora le había dado una bebida energizante a Erwin, la cual ella misma había preparado, y pues al parecer había hecho una mala combinación de ingredientes y le dió algo similar al viagra.
-" Ah! Ya no aguanto, se lo pediré a Levi, y si no me hace caso se lo ordenare, después de todo soy su comandante."- se acercó al capitán
-Levi- le llamó, e instantáneamente el mencionado se volteó.
-Que pasa Erwin?
-Ven a mi oficina ahora, necesito atender unos asuntos con tigo-
El otro sin objecion, simplemente obedeció a su superior.
Llegaron a el estudio del mayor, quien lo dejó pasar antes, cerrando la puerta tras de el, y obvio, con llave ( ͡° ͜ʖ ͡°).
-Que Quieres, pasa algo?- preguntó el más bajo.
-SI- le respondió el otro con una expresión de lujuria plasmada en su rostro.
-Que?- a pesar de las insinuaciones , Levi no parecía entender.
Erwin se le acercó más de lo normal, y le puso la mano en el pecho.
-De hecho si quiero algo... A aguien- Levi abrió los ojos como platos.
-Ammm...- no sabía que responder.
El mayor sonrió de lado.
-Para ser más claro- se puso a unos centímetros de su boca- te quiero a tí- dicho eso, cortó el espacio, dándole un beso.
-Erwin!!- se separó bruscamente-que mierdas haces??!-
-Levi.... Yo, perdón, no quería- pensó por un segundo y se dió cuenta de que podía ordenarle cualquier cosa, su instinto salió a la luz, y enseguida tomó un semblante de seguridad-..... Lo harás por las buenas o por las malas?...-
-Que?, de que hablas... Si es una broma la jodiste con el beso, ya calmate.
Con un rápido movimiento el menor quedó aprisionado entre la pared y el deseoso comandante.
-Escucha bien, te voy a dar duro, quieras o no, ya decidí bien que voy a hacer contigo, y me vas a obedecer... Si no el castigo será mucho peor, así que la mejor opción para ti, es relajarte-
Levi quedó con una cara de wtf. Y en el instante en el que se disponía a golpearlo, algo lo detuvo.
-De aquí no sales sin dolor de caderas- Erwin frotó su pierna contra la entrepierna del otro.
Tomó sus brazos y los colocó sobre su cabeza. Levi arqueó levemente la espalda ante el roce.
Volvió a tomar la tarea de besar los apetitosos labios del bajito.
-Ngh...chu...N.no basta Erwin- volteó su cabeza para evadir el beso.
-No te hagas el difícil, o... Tendré que hacer esto...- Soltó el agarre para poder meter la mano a sus pantalones, haciendo que el azabache soltara un gemido y cerrara los ojos.
-Te gusta?- sonrió de lado
-C.Callate, I.idiota!- Levi no podía argumentar bien, la mano del comandante masajeando su intimidad se lo impedía.
Erwin se hincó frente a el, y a continuación se dispuso a desabrocharle la faja.
-E.e.Erwin por... Por favor, p.por lo q.que más quieras N.no lo hagas-
El mayor se excitó, ver a el soldado más fuerte de la humanidad, parado al frente con la cara roja, una notable ereccion y haciéndome una suplica.
-No, ya te dije que no- bajó el pantalón junto con la ropa interior.
-T. te voy a m.matar... M.maldito!-
Ya con el miembro en frente de el, tomó la pierna de Levi y la subió a su hombro, después fue depositando besos a lo largo de esta, hasta llegar al miembro, dió una pequeña lamida en la punta, y lo hizo estremecer.
-N.no... Erwin para- el no hizo caso y siguió lamiendo, de arriba a abajo, y rodeándolo con su lengua, ignorando lo que había dicho.
-Dije que basta!!!!- levantó la cabeza al escucharlo tan alterado, y lo que recibió fue un puñetazo en toda la cara de pervertido.
Calló hacia atrás, Levi comenzó a abrocharse el pantalón, pero Erwin se levantó y con la faja, lo tomó del cuello, por detrás.
-E.Erwin!!- le era difícil hablar por la fuerza que ejercían sobre su garganta.
-Tu te quedas aquí perra- le dijo al oído.
Lo tiró sobre el sillón. Al instante empezó a toser y a tocarse el cuello con asombro, pues no podía creer el extraño comportamiento de su superior.
-Me llamaste perra?!- estaba furioso.
-Así es, eso es lo que eres, y si no me creés te lo demostraré aquí y ahora... Perra- lo dijo en tono burlón.
-Jodete...- se había quedado sin palabras.
