Una palabra irresponsable: puede encender discordias.
Una palabra cruel: puede arruinar una vida.
Una palabra de resentimiento: puede causar odio.
Una palabra brutal: puede herir o matar.
Una palabra amable: puede suavizar las cosas.
Una palabra alegre: puede iluminar el día.
Una palabra oportuna: puede aliviar la carga.
Una palabra de amor: puede curar y dar felicidad.
{∆}