- Beatriz levántate - susurra mi madre en mi oido.
- 5 minutos más - murmuro con mi cabeza contra la almohada.
- ¡ARRIBA! - grita haciéndome salir de la cama de golpe - como veo que ya estás despierta, prepárate que hoy es el día de tu transformación -
- Ya lo se mamá, ya se que hoy cumplo 16 años - digo rodando los ojos.
- Tienes el desayuno listo - sale de mi cuarto con una sonrisa, cierra la puerta tras ella. Camino hasta el armario, lo abro y veo la ropa que preparé ayer antes de dormir (multimedia). Una vez lista, salgo de mi cuarto, bajo las escaleras y me encuetro a mi madre desayunando. Desayuno rápido ya que llego tarde al instituto.
- Cariño, hoy te quiero temprano en casa - dice mi madre sonriente.
- No te preocupes ma, cuando acaben las clases ya me vengo -
- A tu padre le hubiese encantado ver tu primera transformación - se le cae una lágrima, pero antes de que moje la ropa se la limpio despacio.
- Mamá, se que papá me está viendo desde el cielo - agarro su mano - me tengo que ir, te quiero - me levanto y beso su pelo, salgo por la puerta y comienzo a caminar hasta llegar al instituto.
Cuando llego ...- ¡BEATRIZ! - grita mi querida amiga humana Thea.
- ¡THEA! - grito de la misma forma.
- Felicidades - me abraza fuertemente, si no fuera por que soy una licántropa estaría muerta.
- Gracias, pero ya puedes soltarme - digo separándola un poco de mi.
- Lo siento. Oye, ¿puedo ir contigo a tu primera transformación? - pregunta murmurando.
- Claro, despues de clases nos vamos directas a casa -
- No hay problema -
- Y despues de la transformación nos vamos de a celebrar mi cumple a alguna discoteca - beso su mejilla sonoramente y empezamos a caminar a nuestra clase: Biología.
- ¿Beatriz? - pregunta una voz femenina detrás de mí. Me giro y mis ojos se abren como platos.
- ¿Sheila? - pregunto.
- Obvio, ¿no vas a abrazar a tu tia? - pregunta abriendo sus brazos.
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《Full Moon》
Werewolf- Mía - gruñe el que menos esperaba. Me agarra la cintura y me pega a él, sin saber por que le respondo: - Tuya - giro para verlo a los ojos y fundirnos en un hermoso beso que poco a poco subía de tono.