Prólogo

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De pequeño solía escuchar la palabra secuestro, jamás le tome importancia, hasta el día de mi cumpleaños. Por dios, cumplía 17 años; tenía que hacer una gran fiesta, pero lo peor, o mejor dicho lo mejor, me secuestraron.
Tenía miedo no sabía a donde me llevaría o que me harían. Pensé que sería al infierno ese el que tanto ignoraba, pero termine descubriendo que era el paraíso.
¿Han escuchado del síndrome de estocolmo? Bueno, yo padezco de el y no me arrepiento ni un poco.
Muchos llegan a temerle a su secuestrador, pero yo me enamoré del mío.

Lovely KidnappingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora