Capítulo 2: "Promesa"

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—¿No te molesta? —preguntó mientras no dejaba de sonreír como boba—.

—Claro que no Tiff, no es como si fueras una desconocida te veo todos los días —aseguró— aunque no hablemos demasiado

—Entonces... me encantaría quedarme —sentenció—.

—Perfecto —sonrió de oreja a oreja— puedes sentarte en el sofá o si quieres me acompañas a la cocina mientras hago palomitas

—Te acompaño —respondió sin dudarlo—.

Luego de unos minutos, se sentaron en el sofá a ver "Sinsajo parte 2".
Las dos ya habían visto toda la saga pero claro que la última película aún no

Tiffany en su trabajo tenía a su disposición todo tipo de películas, pero por suerte aún no había tenido el tiempo de ver la última parte

—Me encanta Jennifer Lawrence —comentó Taeyeon— es linda y buena actriz

Tiffany sintió celos, deseó ser Jennifer en ese mismo instante, pero se los tragó y respiró hondo, después de todo Lawrence era su actriz favorita "idiota, estás celosa de tu idola" se golpeó mentalmente

—Si, buena actriz y muy linda —admitió volviendo a poner su atención en la película—.

"¿No seré Katniss?... cada vez que Tae está cerca, estoy en llamas" pensó riendo por su ocurrencia

—¿De qué te ríes? —preguntó Taeyeon mirándola con una sonrisa en el rostro—.

—De...de nada —el calor volvió a subir a sus mejillas—.

—Espera... ¿te has vuelto a poner roja? —soltó una pequeña risa burlona—.

—¡No te rías! —tapó su rostro con las manos, avergonzada— no es divertido

—Bien, bien... es sólo que te ves muy tierna —se acercó, tomando las manos de Tiffany para apartarlas de su rostro— déjame verte

Tiffany sintió la respiración de Taeyeon chocar con su rostro y su corazón dio un vuelco

—Tae... Yo.. —se distrajo mirando los hermosos ojos de la pelinegra—.

Pero unos ladridos a sus espaldas sobresaltó a las dos haciendo que se separan de golpe

—Ginger... —balbuceo Taeyeon— lo olvidé por completó —se lamentó— tengo que darle su comida

Se levantó deprisa y echo comida al plato de su mascota que se encontraba al otro lado de la sala, el pequeño había estado oculto en el cuarto de la pelinegra, tímido por la presencia de la castaña.

La película ya había terminado y no habían visto el final... por estar distraídas. La castaña suspiró intentando recuperarse de la cercanía que había tenido con Taeyeon. Miró al pequeño perro negro que había corrido hasta sus pies, lo reconoció de inmediato, veía a la pelinegra sacarlo a pasear todos los sábados y domingos

—Es muy lindo —Tiffany tomó al pequeño entre sus brazos— yo también tengo uno —comentó—.

—¿Si? —preguntó Taeyeon acariciando la cabeza de su pequeño—.

—Si, se llama Prince. En algún momento podríamos sacarlos a pasear juntas, bueno... sólo si puedes —ofreció, jugando con sus dedos—.

—Claro —sonrió animada— me encantaría y estoy segura que a Ginger también ¿verdad? —el perro movió su cola animado mirando a su dueña—.

—Creo que eso es un si —comentó Tiffany sonriendo—.

El animal corrió a su plato de comida dejando a las dos solas nuevamente

—Lo es —correspondió a su sonrisa—.

Tiffany no pudo evitar sonrojarse, apartó su rostro hacía el lado contrario ocultándose de la pelinegra.

El silencio se apoderó de la sala, ninguna de las dos emitía algún sonido, sólo se oían los autos pasar por fuera del edificio.

Mordía su labio nerviosa, y se movía inquieta sobre el sofá. No tenia idea de que iba a hacer ahora, ya era bastante tarde. ¿Tenía que irse, o arriesgarse y quedarse otro rato más sentada al lado de la irresistible pelinegra?

Se atrevió a girar el rostro y encontrarse a una distraída Taeyeon mirando un interesante punto en la pared, aprovechó de analizar su rostro, ese perfil tan delicado, su piel pálida y esos labios tan carnosos y rosados. Tiffany sintió su corazón latir como loco, su boca se secó y su estomago se perdió en cualquier parte del universo. «Mierda... me gustas tanto» pensó.

Estaba tan ensimismada mirándola que no se dio cuenta cuando Taeyeon se giró y comenzó a sonreirle, la castaña sintió su rostro enrojecer, la había descubierto con las manos en la masa

—¿Por qué me miras así? ¿tengo algo pegado en la cara? —dramatizó tocando su rostro con desesperación—.

Los ojos de Tiffany brillaron con adoración, la actitud de su acompañante le parecía de lo más adorable y divertido que pudiera haber visto jamás

—No tienes nada —rió suavemente— es solo que... eres demasiado guapa y se me hace inevitable dejar de mirarte —habló sin dejar de jugar con sus dedos—.

Tiffany se preguntaba de dónde había sacado tanta valentía para decir lo que pensaba

Mientras por un lado Taeyeon se sentía turbada, no se esperaba semejante confesión de la castaña, menos cuando se había comportado de manera tímida durante todo el transcurso de la noche

-Yo... este... gracias —balbuceó enrojeciendo— pero la única chica guapa aquí, eres tú

Ambas se miraron con fascinación, Tiffany comenzó a acercarse y cerró los ojos esperando a sentir los suaves labios de Taeyeon sobre los suyos.

Razones Para Amarla •OneShot•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora