Se encontraban en la misma habitación, Taehyung estaba durmiendo plácidamente sobre la cama, donde a su lado se establecía Jungkook, era una fría mañana, los pájaros piaban con dulzura como si de una melodía se tratase, lo que aquel canto celestial de que aquellas preciosas aves es lo que hizo levantar a jungkook con un ligero bostezo.
Abrió los ojos con dificultad ya que la luz de la ventana era la más luminosa que cualquier otro día, este se giró con lentitud observando que a su lado estaba el chico que tanto le gustaba, el que tanto le hacia sonreír, el que tanto le daba la felicidad.
Observaba con cierta ternura el rostro de Taehyung, a la par que llevaba una de sus manos hacia el cabello de este, acariciando con lentitud, sintiendo como los finos cabellos del contrario jugaban con sus dedos, como con rapidez bajaba de sus dedos quedándose a su posición inicial, al cabo de un rato, Jungkook levantó la mirada observando que una de sus tantas cámaras se encontraba situada sobre una de las cómodas de aquella luminosa habitación, y de pronto una idea apareció en su mente, rápidamente se dispuso a levantarse de la cama, echando levemente las sabanas a un lado.
Jungkook se encontraba sin camiseta, con unos pantalones algo ajuntados de la cintura aunque anchos por la parte de los muslos y gemelos. Se dirigió hacia dicha cómoda cogiendo la cámara nombrada anteriormente.
Encendió esta y se dispuso a hacer unas cuantas fotos a Taehyung, le parecía el chico más precioso de todos, aquella mirada, aquellos labios rojizos, aquella blanca piel como si de un muñeco se tratase, al cabo de unos segundos se quedó contemplando el rostro de este, Taehyung se encontraba con la boca entreabierta, el cabello totalmente descolocado, con una camiseta grande, el cuello de la camiseta sobre la mitad del hombro dejando así que las finas clavículas de este se vieran a la perfección.
Jungkook no parpadeó ni un segundo mientras miraba a Taehyung, no pudo resistirse a llevar una de sus manos a una de las mejillas de este, acariciando esta con suavidad a la par que dirigía su mirada hacia sus finos labios, relamiéndose los propios a su vez, dirigió lentamente los dedos hacia los labios contrarios, acariciando con lentitud, sentía la frescura de estos, Jungkook quisiera saber lo que este estaría soñando, le encantaría estar en su sueño.
De repente los ojos de Taehyung se abrieron con dificultad, observando a su contrario como acariciaba sus labios, cosa que hizo que Jungkook se sobresaltara rápidamente y se pusiera de pie y carraspeara un poco la voz a la par que llevaba una de sus manos hacia su nuca acariciándose esta mientras desviaba la mirada levemente a un lado.
-Ven... –Dijo sin más Taehyung con algo de vergüenza ya que sus mejillas estaban tornadas de un color rojizo.
Jungkook no tardó ni medio segundo en agacharse, quedándose así de cuclillas situando las manos sobre el colchón y quedándose prácticamente en frente de su contrario, se miraron por un par de minutos cuando Taehyung se dispuso a elevar la cabeza levemente hasta rozar sus labios con los de su contrario, Jungkook al sentir la calidez del roce de sus labios con los propios no tardó en juntar ambos, estableciendo así un largo beso, que hacía que Jungkook estuviera en las nubes, que esto era un sueño en el cual nunca queria despertar, queria que aquel beso nunca terminara.
Pero eso nunca fue así, nunca sintió sus labios, nunca llegó a probarlos, y nunca llegará el dia en el que Taehyung le sonriera.
Jungkook se encontraba en la cama, abrazando sus propias piernas, sintiendo como una de las cientas de lágrimas que salieron de sus ojos la noche anterior volvía a recorrer aquellas rosadas mejillas, siguiendo con aquel hermoso sueño que tanto costaba creer.
Taehyung dormía con Jungkook todas las noches, hacían la comida juntos, veían películas juntos, básicamente lo hacían todo juntos. Jungkook estaba enamorado de Taehyung, y sabe que siempre lo estará.
Lo que pasó esa mañana nunca lo olvidará, no quería recordar nunca mas ese día, ese espantoso día en el que Taehyung murió en sus brazos, aquel día que sufrió tanto, aquel día que hizo que cayera en depresión.
Taehyung era su vida, y si su vida no está ¿Por qué iba a seguir viviendo? ¿A quién iba a regalarle sus sonrisas, sus risas, sus llantos? Estaba completamente solo, se encontraba vacío, sin corazón. Solo quería seguir viviendo por Taehyung, por su vida. ¿Tendría sentido seguir viviendo si no fuera por él? ¿Tendría sentido sonreír si no estuviera él para observarlo?
Pasararon semanas y semanas, Jungkook seguía en la cama, apenas comia, apenas hablaba, apenas abria los ojos, se encontraba en estado grave, no sabia que hacer, sus ojos estaban rojos del llanto, le dolia todo, estaba realmente mal, no podía más, se rendia.
-Taehyung..lo siento.. –Esas fueron las ultimaspalabras que Jungkook pronunció antes de no despertar jamás, pensando en aquelbonito sueño que tanto le gustaba, aquel único sueño que le daba la vida, lacual permaneció en algún lugar, con Taehyung.