"La realidad." (Prólogo)

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"Señorita Martínez, la pizarra está acá adelante."-Le escuché decir a mi profesora de matemáticas Tamara, mirandome inquisitivamente, lo que causó alguna que otra risilla de mis compañeros.
Bien, creo que debería presentarme. Soy ____ Martínez, tengo 15 años y nací en México, Guadalajara. Soy solo una chica común, mi cuerpo en sí no es como esas super-modelos anoréxicas, pero no estoy mal. Mi pelo es castaño, con un corte hasta los hombros, que hize específicamente por mi artista favorita, Rin Kagamine, mi tez es un moreno un poco más claro que mi cabello; y por fin lo que más me gusta de mí, mis ojos negros. Tal vez no sea como una rubia, una cheerleader, con ojos azules. Pero soy yo, y no me cambiaría nada de lo que soy.

El timbre sonó, anunciando la salida del infierno diario y comenzando algo parecido a la llamada libertad. Esperé hasta que el último de mis compañeros se dirigiera a la salida para por fin adentrarme al camino a casa.
Comunmente no hablo con otros alumnos del colegio, ya que cuando meto mi cabeza en el fascinante mundo de la lectura, el mundo exterior desaparece ante mí.

Mi barrio es muy típico, a diario podías ver a niños jugando con agua, a las canicas, al luche, mientras sus mamás los persiguen con la chancleta. No era millonaria, ni podía cromprarme la última generación de los ipad, pero al menos en mi casa había pan.
En cuanto puse un pie dentro de la casa, escuché a mi madre gritar "¿¡_____ qué significan estas calificaciones!?" Suspiré, amaba a mi madre. Aunque pareciera que tuviera la regla todos los días, era perfecta tal cuál era.

Será un largo día.

╰☆╮
¡Por fin una rayita diferente! Sinceramente, ¿Qué les parece esta versión de ella? ¡Nuestra vidas normales pueden ser mejor que las de rayita! Aunque no choquemos famosos en la calle, ¡Derrotamos fieros dragones cada día, a nuestras mamás!(o más bien nos rendimos frente a ellas y su indiscutible chancleta)
Esta historia tendrá altos y bajos, como cualquier otra, pero esta vez, podrán ser "ustedes mismos" al poner sus nombres ahí.
Las cosas simples pueden hacer más felices a las personas que la perfección.

Sin clichés. (____ vs la "realidad")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora