Capítulo 1

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Luego de salir de la compañía corrió para cruzar la pista antes de que un carro lo atropellara. Se dirigió hacia el parque y vió a un chico sentado en una banca.
-Tú debes de haberla visto-le preguntó al desconocido apurado, estaba temblando tanto de la rabia que este lo miró extrañado.
-¿Yo?-se quedó pensando un rato y luego razonó-¿Te refieres a la chica de tez rosácea?
-¡Sí! Tengo que hablar con ella, ¿para dónde se fue?
-¿Quién sabe? ¿Sería realmente la que buscas, o tal vez era otra la que yo vi? ¿Para qué quieres encontrarla? ¿Eres su amigo? ¿Su hermano? ¿Su novio?-preguntaba viendolo directamemte a los ojos como presionándolo.
-Trabajo con ella-se iba impacientando más, el tiempo pasaba y esa maldita debía de estar mucho más lejos ahora.
-¿Por qué la busca un compañero de trabajo?
-¿Qué te importa? Si solo la viste pasar, ¿o acaso tú también la conoces?
-¿Conocerla? Tal vez sí o quién.....
-¡Espera! Me estás distrayendo ¿verdad? Mierda esa maldita....
-¡Oye espera dame tu número!-lo cogió rápidamente del brazo y lo tiró al suelo.
-¡¿Qué te pasa?! ¡Suéltame!
-Pero dame tu número.
-¿Por qué tendría que hacerlo ?
-Si lo haces te digo dónde se esconde.
-...-lo pensó un rato, ese chico era molesto y hacía demasiadas preguntas-dame tu brazo.
-Ok-remangó su camisa y le mostró su brazo, inmediatamente vió como escribía con un lapicero color rojo su número-eres muy fácil de influenciar, ¿y si soy un acosador? No deberías dar tu información así de rápido.
-¿Entonces no lo quieres?-lamió sus dedos para empezar a borrar el ya escrito número.
-Era broma-lo detuvo a tiempo y cogió su muñeca-la chica que buscas es Laura ¿verdad?
-¿Cómo sabes dónde está?-le dirigió una mirada desconfiada.
-Siempre hace lo mismo, él único que la conoce completamente soy yo. Desgraciadamente soy su.... Oh!
El chico señaló hacia el frente hacia la silueta de una chica castaña, piel blanca pero combinada con toques de rosado. Ella parecía no haber escuchado su grito, por lo que aprovecharon en detenerla desprevenida.
-A la cuenta de tres tú la coges por atrás y yo evitó que escape por delante-dijo el desconocido.
-Bien.
-Uno, dos, ¡TRES!
A penas terminó la cuenta corrió y agarró a la joven de los hombros. Como había dicho, el desconocido no faltó a su palabra y se posó delante de ella para acorralarla entre ellos.
-Oye, suéltame. Ya no tengo conexión contigo. -dijo forcejeando sin conseguir escapar- Además no es como si realmente te hubiera quitado algo valioso. Y tú déjame pasar ...... ¡Oye! ¡Te dije que distrajeras a quien sea que salga de ese edificio!-gritó señalando la compañía del chico.
-No soy tu sirviente, hago lo que se me venga en gana y tuve el deseo de ayudarlo. Tal vez si te reporta a la policía por fin dejes de hacer estupideces y meterme en ellas. Devuélvele lo que sea le hayas quitado, Lau.
-¡Aj! Tanto por un reloj. Déjenme para poder sacarlo.
-No. Vas a intentar escapar, te conozco.
-¡Arian! ¡No seas así!
-¿Dónde está? Yo lo voy a sacar.
-Aj, bien. En el bolsillo derecho de mi casaca,-dijo refunfuñando-cuando lleguemos a casa vas a ver.
-Sisisi que miedo, acá está. Toma-dijo entregándole un reloj común al chico, que ya había soltado a Laura al ver que su reloj estaba a salvo.
-Gracias. Te debo una-agradeció estirando su mano para agarrar el dichoso reloj.
-Espera-lo interrumpió ocultando el objeto en su bolsillo- te lo doy en cuanto me acompañes a almorzar.
-Obviamente no sería tan fácil. Bien, hay un restaurante a la vuelta.
-Oigan sigo aquí, si van a tener una cita invítenme.
-Ya vete Laura. Ve a conseguirte otra víctima. Pero vuelve antes de las doce a la casa. No quiero que me despiertes en la madrugada.
-Bien bien, supongo que es un adiós, Lucas. No me arrepiento de nada, y no me disculparé-culminó lanzando un beso volado y caminando hacia el lado contrario de donde ellos planeaban ir.
Lucas la vio asqueado y volteó en dirección del hermano de la chica que menos le había agradado en lo largo de su vida. Hizo un movimiento de cabeza indicando a su acompañante que debía seguirlo.
Ese definitivamente no había sido su día. Él simplemente vio a una joven tirada en el suelo llorando, y como cualquier persona con valores fue a decirle que se calmara. Pero esta de la nada agarró su billetera y le dijo que se la devolvería solo si la llevaba a desayunar. Ingenuamente lo hizo, y como no tenía tiempo de llevarla a un restaurante fueron al de la compañía. Ahí tuvo que soportar sus parloteos innecesarios y cuando creyó que por fin se libraría de ella, se dio cuenta que aunque ya tenía su billetera le había quitado su reloj. Y ahí comenzó a perseguirla.
-Bien este es el lugar.
-Vamos, quiero hacerte algunas preguntas de mi molesta hermana.
-Bueno, ahí hay una mesa libre.
Se sentaron y la mesera les dejó la carta. Ambos ya sabían que pedir de antemano así que solo les tomó la orden y se fue.
-¿Cómo conociste a Laura?
-Bueno...-le contó la historia de forma rápida.
-Esa tonta, pensé que eran amantes o algo así.
-No. Esa chica solo se la pasó hablando de sí misma y luego se fue, con mi reloj claro está.
-Sabes, creo que intentaba ligar contigo, y como no le funcionó optó por simplemente robarte.
-¿Qué clase de hermana tienes?
-Es una larga historia. Para ponerlo simple estafa a hombres usando sus atributos. Pero mayormente son de esos que nunca se han acercado a una mujer. Cuando se acerca a chicos como tú, simplemente quiere coquetear, y si no le funciona termina robándoles.
-¿A qué te refieres con chicos como yo?
-Ah bueno, ya sabes,.....
-No sé, por eso pregunto.
-Gu...guapos-el joven se puso nervioso y sus mejillas se estaban sonrojando.
-¿Qué te sucede? Bueno, igual si no tienes nada más que decirme devuélveme el reloj.
-Oh sí. Toma-dijo dándole por fin el reloj.
La mesera llegó con la comida y se quedó parada sin hablar.
-Disculpe, ¿necesita algo?-preguntó serio Lucas.
-Eh, pues ¿qué edad tiene?-preguntó descaradamente e inclinando la cabeza.
-No respondo preguntas personales, por favor retírese.
-Ah... Yo.... Disculpe-finalizó antes de irse avergonzada.
-Oye, ¿te pasa esto seguido?
-Sí, y sigo sin entenderlo.
-¿Es en serio? Es porque llamas mucho la atención. Eres guapo, estás en terno y te queda demasiado bien. Además tu cabello castaño va perfecto con esos ojos caramelo y piel clara.
-Oye, soy un chico.
-¡Eso ya lo sé!-gritó llamando la atención de todos en el restaurante-Discúlpenme. A todo esto, tu nombre es Lucas ¿verdad?
-Oh sí y tú eres.....
-Eso me dolió, soy Arian. Lo dijo la tonta de Laura.
-Lo lamento. No le prestaba atención.
-¿En serio? Oh.
Ambos terminaron de comer y pagaron la cuenta para luego salir del local.
-Fue un gusto conocerlo. Ahora me retiro que debo volver a trabajar.
-¡Espera! Mmmm..... ¿Tu compañía era esa de la esquina verdad?
-Sí, ¿y esa pregunta por qué....
-Bueno me tengo que ir, espero encontrarme contigo otra vez Lucas.
-Oh bueno hasta pron... -no llegó a terminar porque Arian ya se había ido- Es muy rápido.
Se colocó el reloj para ver la hora, y vio pegado en el un papel que tenía el número de Arian y un mensaje.
"Creo que trabajaremos juntos así que espérame, ¿si? Nos veremos todos los días."
-Qué chico tan raro. Pudo decírmelo de frente-pensó, pero también notó que ese todos los días era raro. Aunque trabajen juntos no se verían todos los días, o eso pensó.

Conocidos, nada especialWhere stories live. Discover now