Lagrimas de fuego #ImTheBestTribute

Peeta Mellark

Muchas veces me pregunto porque existen ciertas situaciones, inexplicables, donde, repentinamente tus circunstancias cambian y no puedes encontrar ningún remedio para ello.

Donde, tu mismo eres el que cambia, y por más qué te esfuerces, los resultados no siempre son positivos.

Desde que el capitolio me capturo, mi forma de pensar respecto a las personas en general, a cambiado drásticamente, antes estaba decidido a no ser parte de sus juegos, a no formar parte de su terrible y cruel gobierno, mas sin embargo, todo se sucitó en lo contrario.

Snow dice que Katniss es terrible, que merece mi desprecio, que ella es la causante de mi sufrimiento, dolor, tristeza, y desesperación. Respecto a eso muchos han tratado de cambiar mi punto de vista, pero se que Snow tiene razón. Yo mismo vi como Katniss Everdeen intento asesinarme, lo vi con mis propios ojos, como ella me hizo mucho daño, y fue destrozando pedazo a pedazo mi vida.

Es por ella por la que estoy aquí amarrado a esta cama, es por ella, por la qué e sufrido tanto. Por su culpa me encuentro con tantos problemas mentales, ella, y solo ella tiene la culpa, es un muto que disfruta hacer daño a los demás, y perjudicarlos a tal grado de quedar como yo.
Quiero matarla, necesito matarla, es imperativo destruirla, pues si no lo hago continuara corrompiendo la vida de otros. Tengo que safarme de estos amarres, cumplir mi propósito.
Comienzo a tironear mi muñeca para safarme, lo hago con tanta fuerza que cuando menos lo espero comienza sangrarme , al parecer la cinta con la que estoy amarrado corto mi muñeca.
Inmediatamente llega una señorita, vestida de gris tenue, con una jeringa

- Tranquilizate no te preocupes todo estará bien-me dijo con vos suave

- ¡No! ¡No! ¡!lTiene que morir!, ¡ella tiene que morir! No permitiré que me cause mas daño - grité entre sollozos

- Calmate, por favor, tranquilo, vas a descansar un par de horas, con esto, no te preocupes - dijo mostrándome un frasco con morfina

Lo último que recuerdo es a la señorita saliendo por la puerta apresuradamente.

**********************************

Al despertar lentamente, me  encuentro cara a cara con una bella joven rubia, que, presiento que la he visto, solo qué no recuerdo claramente

-¿Peeta? Soy Delly de casa.

¿Delly?- pregunto con inquietud y con algo de desconcierto, pero la recuerdo,  es,  mi mejor amiga

-¡Si!-exclama ella aliviada- ¿Como te sientes?

-Fatal- le digo - ¿Donde estamos? ¿Que ha pasado?

-Bueno... estamos en el distrito trece.  Ahora vivimos aquí - dice Delly

- Eso es lo que  me cuentan todos, pero no tiene sentido ¿Porque no estamos en casa? - dije con excesiva intriga

-Hubo una accidente - responde Delly mordiendoce un labio - Yo también extraño el doce.  Estaba pensando en esos dibujos de gis que hacíamos en los adoquines. Los tuyos eran maravillosos - exclama con una sonrisa - ¿Recuerdas cuando convertiste cada piedra en una animal diferente?

-Si,  cerdos,  gatos y cosas-le digo... pero, ¿acaso escuche mal? ¿Hubo una accidente en el doce? - ¿Has dicho... que hubo un accidente?- digo preocupado
Observo como resbala lentamente una pequeña gota de sudor en la frente de Delly.

-Fue malo. Nadie...pudo quedarse-reponde algo nerviosa - pero se que esto te va a gustar,  Peeta. Han sido muy amables con nosotros,  siempre hay comida y ropa limpia, y el colegio es mucho más interesante - continua diciendo con una sonrisa.
Pero hay algo que me extraña, mi familia no ha venido a visitarme,  ¿Será que ya ni siquiera les importa como me encuentro?