Capítulo 1: El comienzo.

5 2 0
                                    

Es esa pick-up de allá -dije señalando el vehículo estacionado al otro lado de la calle- El cabrón estúpido lo dejó afuera.

Como si fuese el destino.

Azael encontró dos rocas, una del tamaño de un balón de futbol americano y otra que encajaba perfecto en la mano.

Hey, mira. La policía está estacionada calle arriba, cruzemos rápidamente -dije mientras cruzaba rápida y sigilosamente la calle-.

Tras de mi venía Azael copiando mis movimientos.
Nos cubrimos y nos sentamos recargándonos en un Astro de Chevrolet.
La policía bajaba lentamente de reversa por que la calle es poco ancha.

Agáchate y avanza -dije susurrando-.

No te escucharán aunque hables en tono normal, imbécil.

Por fin bajan lo suficiente como para que nos ocultemos en el extremo contrario del vehículo.

Hay que irnos y regresar en un rato -dice Azael rápidamente-.

No, ahorita lo hacemos en caliente, vato -dije en tono mandón-.

Me queda ser mandón. Tengo experiencia en ello.

Nos están viendo, estúpido -dice Azael desesperado-.

No harán nada, cabrón. A ellos les vale madre si no es su vehículo -dije cruzando la calle muy confiadamente-.

Pero... ¿Y si nos persiguen? -pregunta Azael siguiendome-.

¡Les rompemos el hocico a esos pinches putos! -dije decidido- y de paso les robamos las carteras.

Nunca viene mal un dinero extra, y encima con el riesgo.
Tengo hambre...

Tomo la roca grande y Azael la mediana; caminamos hacia el pick-up y lanzámos las rocas a los vidrios. Yo al vidrio del frente y Azael al vidrio del copiloto.

Salimos disparados hasta el boulevard.
Caminando tranquilamente huyendo de la zona, Azael comenta algo relevante.

¿Sabes que necesitamos?... Transporte y armas.
-dice observando el nublado y oscuro cielo nocturno-.

Tomo esas palabras MUY encerio. ¿Acaso no puedo estar quieto unos años más?. Que cabrón soy.

......................................................

Ya que lo mencionaste, ¿Porque no ofrecemos nuestros servicios de vándalos?. Imagina que nos pagan por golpear personas, robar y destruir autos; encontrar cabrones y quebrarnoslos. ¿Deberíamos hacerlo? -Le escribo por chat a Azazel-.

Hagámoslo, pero representanos con un nombre, ya tenemos problemas con las pandillas, imagina por los mercenarios -pone un emoticón de aceptación-.

Pues ya está, hablamos mañana -cierro mi cuenta y me recargo en mi silla-.

Paso un par de horas pensando en un nombre llamativo. Esto es peligroso, pero quiero que esto se convierta en la empresa de contratistas militares más poderosa del planeta.

Siempre tan ambicioso.

Pasaron 3 horas, ya eran las 04:00 AM. Y apenas pensé en el nombre, solo me importan los planes a futuro.
Bien, nos llamaremos...

Hades Mercenary Services.

¡Al fin! -me levanto de la silla y derramo mi Speed sobre el escritorio- puta madre...

......................................................

¿Tienes alguna idea sobre como conseguir un contrato? -pregunta Azazel apurado-.

Si, ya tenemos un contrato.
Un tipo pidió que robáramos una moto deportiva para el, le dije que en 6,000 pesos se la vendería. Vamos a robarla y en ese mismo rato vamos a vendérsela. Solo hay que estar pendientes de que no nos tuersa. -Le muestro mi celular con el chat abierto de esa plática-.

¡Espera!, cancela el contrato, este tipo va a torsernos, lo sé, tiene cara de que lo hará -dice alarmado-.

¿Pero que onda contigo?, es nuestro primer contrato -guardo el celular en mi bolsillo del pantalón-.

Bueno -digo- tengo un plan, con ello entrenaremos y estrenaremos material para Hades Mercenary Services.

¿Que es? -pregunta cruzando sus brazos-.

Va a ser una pendejada muy arriesgada.

Contrato De MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora