Harry Potter después de la guerra

Parte sin título 2

1-Después de la batalla 

 El trío volvió al colegio, allí estaban todos los alumnos malheridos, agotados, algunos tristes por perder a algún amigo y otros con una gran sonrisa al saber que todo el mal había acabado por siempre.

La familia Weasley estaba tan dolida como todos los que estaban allí. Ron se acercó a Ginny, y junto con él, sus amigos. Harry no se animaba a ir, se sentía muy culpable por la muerte de todos y pensar en el pequeño Teddy que había perdido a sus padres como él, eso era lo peor que podía esperar. Tenía la esperanza de que al menos uno de ellos se salvara, pero no sucedió. Estuvo a punto de ponerse su capa, pensando con qué cara miraría otra vez a aquella familia que desde sus 11 años le habían dado tanto amor y que por culpa de él (así lo sentía) habían perdido a un hijo, hasta que algo lo sacó de sus pensamientos. Hermione vió lo que estaba a punto de hacer y lo detuvo poniendo su mano en su brazo y negando con la cabeza dijo en voz baja para que sólo él la escuchara.

-No Harry, no es el momento. Debemos acompañarlos.

-No puedo ir, yo soy la causa de la pérdida de Fred. Y de Lupin y Tonks.- dijo en un tono de tristeza.

-Sabes muy bien que no es así, no es tu culpa que ocurriera esto. Ahora vamos a apoyarlos como ellos lo hicieron siempre con nosotros.

Estas últimas palabras lo hicieron reflexionar sobre lo que estaba a punto de hacer y pensándolo bien, Hermione tenía razón. Esa familia siempre lo apoyó y era justo que él en ese momento hiciera lo mismo con ellos. Cuando llegaron al círculo que éstos habían formado, se encontraban muy devastados por la pérdida de Fred, Lupin y Tonks. George era el que estaba peor y era obvio. Había perdido a su hermano, literalmente una parte de él, aquel con el que estaba siempre, haciendo sus travesuras, sus juegos, sus chistes...todo. George sentía un inmenso vacío por dentro. Todos estaban abrazados. En cuanto llegaron, Ginny abrazó a Ron. Él no pudo soportarlo y comenzó a llorar en silencio. Por un momento Harry y Hermione sintieron que sobraban allí, pero querían estar con ellos, era lo que correspondía y lo que sentían que debían hacer.

Luego de unos minutos, la profesora McGonagall anunció lo siguiente:

-Todos préstenme atención por favor, quiero comunicarles algo.- hubo un gran silencio, y a continuación siguió.- por la pérdida de tantas personas que nos ha dejado esta batalla, los profesores hemos conversado y llegamos a un acuerdo. Decidimos hacer un santuario aquí, en Hogwarts, para dejar los cuerpos de nuestros valientes allí, con sus respectivas placas de honor y así nunca olvidar su gran esfuerzo, valentía y honor que tuvieron para luchar contra Voldemort, defendiendo a nuestro querido colegio. Creemos que eso es lo mejor, pero necesitamos saber cuál es la opinión de ustedes. ¿Creen que deberíamos hacer lo que proponemos o quieren sugerir otra cosa?-

Tras esto, pasaron unos segundos en los cuales estaban decidiendo qué hacer. La Orden estuvo de acuerdo para dejar a Lupin y Tonks y la familia Weasley había pensado en llevarse a Fred, pero con ese comunicado quedaron muy pensativos. Unos segundos más tarde, el Sr. y la Sra. Weasley solo cruzaron unas miradas y con eso se dijeron todo, estaban dispuestos a dejar a Fred allí...

-Estamos de acuerdo.- dijeron todos al unísono.

A continuación, todos se dirigieron al Bosque Prohibido, era allí en donde realizarían el santuario. Llegaron a un claro del bosque, una parte en la que sólo los profesores conocían hasta ese entonces. Era muy bello, había hermosas flores y el sol iluminaba todo a su paso. Todos los profesores sacaron sus varitas y comenzaron a hacer una construcción, muy amplia en verdad, de un color blanco, con varias columnas y en el centro decía lo siguiente: "Aquí descansan los Valientes de Hogwarts". Luego dejaron con mucho cuidado los cuerpos con sus respectivas placas y realizaron un largo silencio.