Mierda. Llegó tarde. Tampoco es la primera vez, ni la última, pero hoy no me lo puedo permitir.
Tengo examen de matemáticas y a no ser que quiera reprobar la materia mas me vale levantarme de la cama y coger el bus. Ya.
Me levantó, hago mi cama, me visto, me cepillo los dientes, me peino, me preparó, y salgo por patas hacia la parada. Y no desayuno. Desayunar es de patéticos.
Estoy entrando en el bus, con -7 grados y todos los asientos ocupados.
Como mi vida es la más cálida y acomodada de todas-Ironía. Me tengo que mantener de pie durante 20 minutos hasta llegar a mi escuela. Justo al lado de el tipo que parece no saber que es una ducha. Bien.
Llegó a la escuela y justo tengo que pasar al lado de las tipas que con sinceridad. Si muriesen no iría a su entierro. Mi día no hace más que mejorar.
Tomo asiento en mi lugar rezando a dios para que la prueba de matemáticas no sea difícil.
Los segundos pasan y todos mis compañeros han tomado asiento y el profesor no llega. ¿Será que dios me ha escuchado?. No, claro que no. Ahí viene el tipejo que tiene en sus manos mi oportunidad de aprobar la materia o no. Diablos.
El profesor comienza a repartir la prueba. Mi ansiedad comienza a subir. Tranquila, me digo a mi misma.
Espera, es coña, debí faltar el día en que el profesor decidió dar japones. ¿Qué carajo es esto? Me pregunte a mi misma. ¿Cuándo dimos esto.... y esto? Miro alrededor tal vez no sea la única que este sufriendo un ataque de pánico ahora mismo.
¿Caras felices?¿Gente rellenando el examen?¿Será coña?.
Siempre fui de letras. Una buena taza y nada de matemáticas. Digo ruido aunque eso último es cierto.
Miro a otros lados con intención de calmar los nervios. Respiro y vamos allá. No puedo ser tan malo.
10 minutos. Solo me quedan 10 minutos para que el examen de matemáticas termine. Respiro hondo y prosigo.
El examen no fue tan malo, después de todo pude contestar algunas cosas. ¿Qué? Esperaban que fuese la típica chica de 10/10 en todas sus calificaciones. No, gracias.
Con tan solo hablar de estudios ya me entra pánico. Saco notas decentes pero ya de ahí no me exijan más.
5 minutos y me queda una última pregunta por responder, miro al suelo por miedo, miro al cielo por inspiración, y miro a los lados por información. Nada.
Entregue la prueba y con ella una de los suspiros más fuertes nunca retenidos en mi últimamente.
Un problema menos me digo a mi misma mientras cierro mi casillero. El libro de historia, el libro de filosofía, el de física, mis chicles de menta, y mi objeto más preciado. Cumbres borrascosas. Me deleitó con una de las frases que tengo subrayado con amarillo fosforito en el libro "No sé de que están hechas las almas, pero la mía y la suya son una sola".
Me colocó bien las gafas y me dirijo a mi clase favorita. Filosofía, más conocido como Maldita asignatura, toda la clase suspendió con ella.
Entro y saludo a mi profesor, tomo asiento y abro el libro de filosofía por la mitad, ojeo algunas hojas y consulto mi teléfono sin que el profesor me vea 0 Mensajes tampoco me esperaba otra cifra, aparte de eso, nunca fui, soy, de muchos amigos, no lo entiendo, ¿Por qué iba a esforzarme por obtener la aprobación de gente que no soporto, sólo para sentirme ligeramente más importante en la vida? No necesito tener amigos. Tengo un reducido grupo de personas a las que tolero y con eso me basta.
Cuando me quiero dar cuenta el profesor ya está en la pizarra apuntando nombres Platón, Aristóteles.. y mis compañeros ya están todos en sus asientos mirando con cara de asco al profesor. No se a donde dirigir mi futuro pero, nota mental, nunca ser profesora, me gustaría ser escritora o periodista, pero aquí estoy sentada tras un pupitre con 30 alumnos al lado mía, estudiando a tipos que ya han muerto.
El profesor ante nuestra falta de interés nos manda tarea para hacer en clase. No lo culpo, tener a 31 niñatos delante mía que lo único que hacen es juzgarte con sus miradas, no es nada apetecible.
El profesor se sienta con la excusa de estar enfermo y nos deja libertad durante los 20 minutos restantes de clase. Me limito a observar a mis compañeros. Está la típica chica amada por todos, el atleta incluso el nerd con la camisa de Harry Potter y luego estoy yo. La patata, si me defino así no soy necesaria en el transcurso de las clases pero tampoco molesto.
Saco mi libro desgastado de cumbres borrascosas y me limito a pasar las hojas desgastadas.
-Fin Capítulo-
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¿Quién soy?.
RandomEn esta novela, la protagonista lucha contra el medio exterior y contra sigo misma para poner aprueba y buscar quién es. No va a ver escenas de sexo con Harry Styles. No va a ver cenas a la luz de la luna con Zayn Malik. Y por favor ¿Quién tiene de...