Capítulo 1.

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Mierda. Llegó tarde. Tampoco es la primera vez, ni la última, pero hoy no me lo puedo permitir.

Tengo examen de matemáticas y a no ser que quiera reprobar la materia mas me vale levantarme de la cama y coger el bus. Ya.

Me levantó, hago mi cama, me visto, me cepillo los dientes, me peino, me preparó, y salgo por patas hacia la parada. Y no desayuno. Desayunar es de patéticos.

Estoy entrando en el bus, con -7 grados y todos los asientos ocupados.

Como mi vida es la más cálida y acomodada de todas-Ironía. Me tengo que mantener de pie durante 20 minutos hasta llegar a mi escuela. Justo al lado de el tipo que parece no saber que es una ducha. Bien.

Llegó a la escuela y justo tengo que pasar al lado de las tipas que con sinceridad. Si muriesen no iría a su entierro. Mi día no hace más que mejorar.

Tomo asiento en mi lugar rezando a dios para que la prueba de matemáticas no sea difícil.

Los segundos pasan y todos mis compañeros han tomado asiento y el profesor no llega. ¿Será que dios me ha escuchado?. No, claro que no. Ahí viene el tipejo que tiene en sus manos mi oportunidad de aprobar la materia o no. Diablos.

El profesor comienza a repartir la prueba. Mi ansiedad comienza a subir. Tranquila, me digo a mi misma.

Espera, es coña, debí faltar el día en que el profesor decidió dar japones. ¿Qué carajo es esto? Me pregunte a mi misma. ¿Cuándo dimos esto.... y esto? Miro alrededor tal vez no sea la única que este sufriendo un ataque de pánico ahora mismo.

¿Caras felices?¿Gente rellenando el examen?¿Será coña?.

Siempre fui de letras. Una buena taza y nada de matemáticas. Digo ruido aunque eso último es cierto.

Miro a otros lados con intención de calmar los nervios. Respiro y vamos allá. No puedo ser tan malo.

10 minutos. Solo me quedan 10 minutos para que el examen de matemáticas termine. Respiro hondo y prosigo.

El examen no fue tan malo, después de todo pude contestar algunas cosas. ¿Qué? Esperaban que fuese la típica chica de 10/10 en todas sus calificaciones. No, gracias.

Con tan solo hablar de estudios ya me entra pánico. Saco notas decentes  pero ya de ahí no me exijan más.

5 minutos y me queda una última pregunta por responder, miro al suelo por miedo, miro al cielo por inspiración, y miro a los lados por información. Nada.

Entregue la prueba y con ella una de los suspiros más fuertes nunca retenidos en mi últimamente.

Un problema menos me digo a mi misma mientras cierro mi casillero. El libro de historia, el libro de filosofía, el de física, mis chicles de menta, y mi objeto más preciado. Cumbres borrascosas. Me deleitó con una de las frases que tengo subrayado con amarillo fosforito en el libro "Node que están hechas las almas, pero la mía y la suya son una sola".

Me colocó bien las gafas y me dirijo a mi clase favorita. Filosofía, más conocido como Maldita asignatura, toda la clase suspendió con ella.

Entro y saludo a mi profesor, tomo asiento y abro el libro de filosofía por la mitad, ojeo algunas hojas y consulto mi teléfono sin que el profesor me vea 0 Mensajes tampoco me esperaba otra cifra, aparte de eso, nunca fui, soy, de muchos amigos, no lo entiendo, ¿Por qué iba a esforzarme por obtener la aprobación de gente que no soporto, sólo para sentirme ligeramente más importante en la vida? No necesito tener amigos. Tengo un reducido grupo de personas a las que tolero y con eso me basta.

Cuando me quiero dar cuenta el profesor ya está en la pizarra apuntando nombres Platón, Aristóteles.. y mis compañeros ya están todos en sus asientos mirando con cara de asco al profesor. No se a donde dirigir mi futuro pero, nota mental, nunca ser profesora, me gustaría ser escritora o periodista, pero aquí estoy sentada tras un pupitre con 30 alumnos al lado mía, estudiando a tipos que ya han muerto.

El profesor ante nuestra falta de interés nos manda tarea para hacer en clase. No lo culpo, tener a 31 niñatos delante mía que lo único que hacen es juzgarte con sus miradas, no es nada apetecible.

El profesor se sienta con la excusa de estar enfermo y nos deja libertad durante los 20 minutos restantes de clase. Me limito a observar a mis compañeros. Está la típica chica amada por todos, el atleta incluso el nerd con la camisa de Harry Potter y luego estoy yo. La patata, si me defino así no soy necesaria en el transcurso de las clases pero tampoco molesto.

Saco mi libro desgastado de cumbres borrascosas y me limito a pasar las hojas desgastadas. 

       -Fin Capítulo-








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⏰ Última actualización: Feb 19, 2016 ⏰

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