Una nueva Avenger.

30*

Banner.

La reacción de aquella chica es la reacción típica que todos hacen al verme, que esperaba, soy el monstruo verde que lo destruye todo, hasta Natasha me tiene miedo, aún que ella me dice que no, yo sé que si.
El capitán iguala mi paso .

- ¿Qué pasa? - dice el capitán mientras se coloca mejor el escudo en la espalda.

- Stark a mejorado el traductor - le digo mientras saco el traductor de mi bolsillo y se lo doy, Stark lo hizo más pequeño y manipulable, es del tamaño de una bolita microopequeña, me pregunto cómo se pondrá.

- Que bien - me dice con un poco de desinterés, no tardó en darme cuanta que el capitán Rogers está pensando en otra cosa.

- Dejó este echo, dijo que los demás están en proceso de ensamblaje - el capitán voltea a verme un poco intrigado.

- Te dijo cómo se utilizan - me pregunta con su típica voz firme.

- No, dijo que nos lo diría cuándo regresará.

- ¿Como que cuando regresara? ¿Se fue!? - me pregunta sorprendido y un poco molesto mientras nos detenemos por completo.

- Si - le reafirmó.

- ¿No te dijo nada más ? - me pregunta con seriedad.

- Steve, sabes cómo es Stark, hace lo que quiere, cuando quiere.

- Si, lo sé, pero mínimo pudo a ver dicho algo, se supone que somos un equipo - me dice decepcionado, yo solo le levantó las manos en señal de que yo no sé nada.

- Ya que, Gracias Banner - me dice mientras me da una palmada en la espalda y guardada el pequeño objeto.

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Mckenzie Stanford

Siento la tierra más fría, no distingo si estoy muerta o viva, sigo caminando, atravesando Pinos, descalza, rasguñada, rota en todos los sentidos, las lagrimas no dejan de brotar, ¿qué hice?, ¿qué e echo?, el dolor punzante de una herida de daga en mi brazo derecho se hace cada vez más dolorosa e insoportable, siento la sangre correr por mi abdomen, eso, la sangre, la sangre me hace saber que sigo viva, que aún sigo cargando con mi desgracia, que no fue una mentira lo que pasó, que todos están muertos, que ellos están muertos, caigo hincada en el suelo, no quiero, no puedo...continuar, terminó por caer, estoy tirada, derrotada, sin fuerzas, ya no me quedan lagrimas, ya no quiero levantarme, ya no quiero luchar...

- ¡¡Scott!! - me despierto sorpresivamente, veo a un hombre a mi lado a unos cuantos metros de mi, ahora lo recuerdo, el hombre de traje que a la vez era un hombrecito, me sorprendo al ver que no se a despertado, vuelvo a escuchar aquel grito, aquella voz es la de una mujer, noto que sigo en modo lobo, me acerco a el hombre y le lanzó un rugido feroz que lo despierta tan repentinamente que me causa gracia, vuelvo a mis adentros, el hombre se sacude la cara y me mira sarcásticamente.

- Muy graciosa Mckenzie - vaya, se acuerda de mi nombre, y eso que se lo dije en su plena madrugada.

- Te acordaste... - le digo, él me mira mientras se acerca al agua para lavarse la cara.

- ¿De qué ? ¿ De tu nombre? Claro, ¿Tú te acuerdas del mío? - lo miro, la verdad no recuerdo su nombre, de echo no me acuerdo si es que me lo dijo, e tenido tantas cosas en la cabeza que no sé si me lo dijo o no.

- ¡¡Scott!! - se vuelve a escuchar el grito de aquella mujer, el levanta la cabeza sorprendido, se sacude las manos.

- Apuesto que tu nombre es Scott - le digo con un poco de sarcasmo, pero la verdad eso de ser sarcástico no me viene, " eso dices ahora" interviene mi subconsciente. La ignoro por completo.