El olor a madera barnizada inundaba la tienda. Las guitarras colgadas por todo el local y la música relajante que salía de los altavoces hacían que fuese el mejor sitio del mundo para pasar el rato.
Había estado ahorrando durante más de un año, uniendo todo el dinero que le era posible desde su cumpleaños número dieciocho. Venía por una guitarra en concreto, una de la que se enamoró en el día en que la vio, y que se prometió a si misma que conseguiría tener pronto. Pero un paseo por su tienda de guitarras favorita de todos los tiempos no le haría mal a nadie, ¿cierto?
De pronto la vio, y pensó que no se sentía preparada para tocarla y disfrutarla, ni para martillar los oidos de su compañera de piso durante toda la noche durante al menos, tres semanas. Era increible, no merecía tenerla entre sus manos. Mejor de lo que la recordaba. Ya imaginaba la reprimenda de su madre cuando le dijese que se había gastado todos sus ahorros en una nueva guitarra.
"¿Es esa?"
Se volteó y ahí se encontraba Lauren, su compañera de piso y mejor amiga, sonriéndole.
"Sí, lo es. ¿No es increible?"
"Sí. Es muy bonita."
Estaba fascinada con esa guitarra, no había nada mejor en aquel momento que ese sitio, ese objeto, ese olor.
Había muy poca gente en el local. Al entrar sonaban unas campanitas que indicaban que alguien estaba visitando la tienda.
Entonces, aquellas campanitas rompieron la fascinación de Avett, y se volteó hacia la puerta, teniendo a su vista una imagen incluso mejor que la de su futura guitarra.
"Bienvenidos, ¿necesitan algo en concreto?"
"No, venimos a buscar una guitarra nueva. No tenemos ideas en mente, solo la buscaremos."
"Genial, no duden en pedir ayuda si la necesitan."
"De acuerdo, gracias."
Los ojos del chico rubio que fascinó a Avett se posaron en la guitarra que ella estaba admirando. Se sintió pisoteada, no quería que él se la llevase. No logró moverse cuando la mirada del chico se posó sobre ella. Frunció el ceño y él la imitó. Puso sus ojos en su futura guitarra de nuevo, y se acercó al dependiente.
"¿Ya sabes lo que quieres, Avie?"
"Sí. La tercera por la izquierda, la 236."
"Genial elección. Ahora la bajo, este mes los estuches de cuero duro vienen de regalo con la guitarra."
"Eso está muy bien."
"Sí."
Joe -el dependiente- y ella se llevaban bien. Tú sabes lo que dicen; el roce hace el cariño, y Avett pasaba bastante tiempo en el local, buscando guitarras nuevas.
El rubio no había quitado su mirada de ella. Eso la hacía sentirse bien, se encontraba incluso mejor que antes en su sitio favorito del mundo.
Lauren se puso a su lado, sonriendo con complicidad.
"Has visto al chico rubio, ¿cierto? Te está mirando."
"Deberíamos llamar a Sarah y Elizabeth."
"¡No cambies de tema, Avett Hale!"
"¿Qué quieres que diga?"
"No lo sé. Es obvio que le has gustado."
"Y, ¿qué?"
"Que también te gustó a ti."
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guitar shop × one shot Niall Horan x reader
Fanfictionla historia en la que el sitio favorito del mundo de Avett se convierte en el lugar en el que conoció al amor de su vida you+nialler