Tenía seis años en ese entonces, lo recordaba bastante bien, se había animado a él mismo a adentrarse en el bosque aquella tarde de verano. Vivían en los alrededores de los bosques de Beacon Hills y para un niño de esa edad era completamente normal que sintiera curiosidad por adentrarse, pero eso no era lo que movía a Theo si no un secreto, el cual deseaba guardar en la soledad de aquel lugar rodeado de arboles. Su hermana y su madre habían salido a hacer las compras del mes al la tienda por lo cual no tuvo que preocuparse que alguien le siguiera puesto que su padre se mantenía ocupado trabajando en casa sin prestarle atención al más joven de sus hijos quien jugaba con un balón en el porche de la casa. Cuidadosamente había planeado todo, era inteligente, planificador, desde temprana edad lo había sido; así que cuando se adentro a la espeses de arboles llevaba consigo una cortaplumas que había robado de los aposentos de su padre sin que este se diera cuenta para lograr su cometido. Busco un árbol, uno que estuviera lo bastante profundo entretanto con una rama lo bastante gruesa iba marcando un camino al arrastrarla por el suelo para saber por donde volver y pronto lo encontró, un viejo roble que parecía ocultarse gracias a los demás que lo rodeaban, grande y grueso, perfecto para ser marcado. Recordaba bien lo feliz que se había sentido en aquel entonces, con sus pequeñas manos saco la cuchilla clavandola con la mayor fuerza que pudo para comenzar a tallar. Desde que lo había conocido había sentido que "el era la persona" era algo que un niño de esa edad no debía de entender, pero Theo sabía que se había enamorado de ese chico. Lo sentía, y estaba seguro de que haría que este le quisiera, quería que este se mantuviera a su lado para protegerlo, incluso si era un niño entendía que quería pasar el resto de su vida con él. Las marcas iban cobrando vida en aquel roble hasta que pudo admirar su arte.
"Theo + Stiles por siempre".
Nadie debía saber de aquello, ni si quiera Stiles lo vería, era su secreto, junto a aquel roble hizo un juramento. Algún día Stiles sería suyo, y nadie haría que lo dejara ir.