8.

4.3K 391 75
                                    

Al día siguiente, los dos se levantaron muy temprano en la mañana ya que deseabas ordenar todo, Trunks había despertado ya que quería pasar un poco de tiempo contigo. Sin embargo el ambiente era demasiado tenso, ambos estaban muy callados y no decían mucho. 

El tiempo se les hizo demasiado corto y alrededor de las diez sonó el timbre, Bulma había llegado.

—Hola linda, lamento llegar tan temprano, creo que Trunks te mencionó que hoy vendría por él ¿Verdad? —preguntó mientras entraba a tu casa.

—Sí, claro... ¿Quiere tomar algo?

—No te preocupes, no quisiera quitarte mucho tiempo, además... —fue interrumpida debido a la presencia de una tercera persona, la mujer de pelo azul se acercó para abrazarlo al ver que ya estaba completamente recuperado— Trunks, me alegra mucho verte ¿Estás listo?

—Si mamá, tengo todo listo —dijo el joven con algo de tristeza.

—Pero Bulma, sabe que no es necesario... —trataste de decir pero la mirada de la mujer te quitó el habla.

—Linda, no tienes idea de lo agradecida que te estoy por haber salvado a mi hijo. Nunca podré agradecerte lo suficiente —mencionó mientras tomaba tus manos y les daba un ligero apretón, al mismo tiempo que su cálida mirada te daba una agradable sensación, aquella que solo una madre podría dar— ya has hecho suficiente por nosotros, pude darme cuenta que en esta casa sólo hay una habitación, eso significa que has estado durmiendo en el sofá los últimos días ¿O me equivoco?

Las palabras no fueron necesarias, aquel silencio que vino de tu parte fue la respuesta que Bulma estaba esperando.

—No puedo dejar que sigas haciendo tanto por nosotros, estaría abusando de tu amabilidad —ella acercó una de sus manos a tu mejilla dándole una suave caricia— por favor, se bienvenida a nuestra casa las veces que tu quieras, quisiera verte más seguido.

—Lo haré, muchas gracias —respondiste con una ligera sonrisa, entendiste lo que te quiso decir. Ella quería pasar tiempo con su hijo.

—Está bien. Trunks, es hora de irnos, iré a preparar la nave, porque tuve problemas para hacerla despegar hace un rato, te espero allá —mencionó con una sonrisa para después darte un abrazo a modo de despedida— muchas gracias por todo, espero verte muy pronto.

—No fue nada, Bulma. Nos vemos

Trunks estaba a tu lado y cuando Bulma se fue, se colocó frente a ti mirándote, tratando de buscar las palabras adecuadas para despedirse. Inevitablemente corriste la mirada, no querías que él viera las lágrimas que se estaban formando en tus ojos ¿Como no llorar si ya te habías acostumbrado a la presencia del muchacho?

—Creo que no tengo que repetirte lo agradecido que estoy por todo lo que hiciste por mi —comenzó.

—No, ya lo sé... y créeme que lo haría de nuevo si fuera necesario —respondiste con una ligera sonrisa, sintiéndote incapaz de mirarlo.

—Y también sabes que no deseo irme de aquí ¿Verdad? —dijo acercándose más.

—Sí...

—Te voy a extrañar —terminó por decir mientras tomaba tu rostro con sus manos, haciendo que le miraras a los ojos.

—Yo también —respondiste acariciando sus cálidas manos.

Trunks comenzó a acercarse lentamente, sentiste el latido desbocado de tu corazón y como respuesta, cerraste los ojos expectante a sus movimientos, sintiendo su aliento cada vez más cerca, era cosa de segundos, un simple movimiento. 

—Trunks, ya encendió, vámonos —Bulma gritó de repente mientras corría hacia la puerta.

Nuevamente, los habían interrumpido, al parecer ese beso tendría que esperar.

—"¿Es que Dendé no quiere que estemos juntos? —se preguntó mientras escuchaba una ligera risa que salía de tus labios."

—Buen viaje, no olvides llamarme —mencionaste mientras sonreías.

—Lo haré, y cuídate, es muy peligroso que vivas aquí sola, lejos de todo —te respondió mientras tomaba sus maletas para después marcharse.

Con tristeza observaste como la nave despegó para después desaparecer de tu vista.

—Sola de nuevo —te dijiste a ti misma mientras entrabas a tu casa.

Anteriormente, la soledad no era algo que te preocupaba, ya estabas acostumbrada de todas formas. Pero ahora todo era diferente.

Con un suspiro pesado te sentaste en el sofá y miraste cada rincón de tu hogar, de alguna forma ahora te parecía más grande, más vacía. Después de un momento te diste ánimo y fuiste a preparar tu cama, aunqie ya te habías acostumbrado al sofá.

Te detuviste en la entrada de tu habitación y la miraste, recordando todos los momentos que habías pasado con ese desconocido, reíste al recordar el miedo que habías sentido las primeras noches al no saber nada de él mientras comenzabas a ordenar nuevamente tus cosas, ibas a cambiar las sábanas de la cama, pero todavía tenían su aroma, por lo menos algo que te recordaba a él, por lo que decidiste dejar todo así.

El almuerzo fue un desastre, esa sensación de soledad comenzaba a invadirte nuevamente. Pasaste toda la tarde ordenando y limpiando, pero nada te hacía olvidar a aquel joven de cabello lila.

Ya en la noche, mientras cenabas, el teléfono sonó de repente. No tenías muchas ganas de atender por lo que continuaste comiendo como si nada hasta que ya no escuchaste aquel característico sonido, sin embargo después de un par de segundos nuevamente volviste a escucharlo y no fue hasta el cuarto intento que terminaste por cansarte y terminaste contestando.

—¿Qué? —dijiste con un ligero tono hostil en tu voz. No estabas de humor para nada.

—Hola —una voz muy familiar te saludó.

—¡Trunks! ¿Cómo estás? —sentiste como tu ánimo cambió enseguida, como si él supiera por lo que estabas pasando.

—Bien, bueno... no tanto

—¿Por qué? ¿Qué te pasa? —preguntaste con preocupación.

—Te extraño.

Sentiste una cálida sensación en el pecho al escuchar aquellas palabras y de forma casi involuntaria una pequeña sonrisa apareció en tu rostro.

—Yo también, todo se siente tan solo, es muy aburrido en cierta forma.

—Bueno, mi familia está aquí. Pero tú sabes, es distinto —al parecer era más fácil para ambos hablar por teléfono que en persona. Esa eterna timidez.

—¿Qué estabas haciendo? —preguntaste.

—Hace un rato terminé de cenar y ahora estoy en mi habitación —prefirió no decirte que había estado pensando en ti todo el día— ¿Y tú?

—Estaba cenando.

—¿Qué cocinaste? —se interesó.

De ahí en adelante siguió una larga conversación, se sentía como si él todavía estuviera en casa, a tu lado, conversando de cualquier cosa. Después de unas horas ambos se despidieron y pudiste dormir mucho más tranquila.

◈◇◈◇◈◇◈◇◈◇◈◇◈◇◈◇◈

¿Les gusta la nueva portada? A mi me encantó ^^

El futuro ha cambiado; Trunks x Lectora [RESUBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora