Querida amada mía:
Te escribo desde la cama, aquí tumbado, sin pegar ojo.
Te amo. Te quiero. Te añoro.
Como en mis sueños no aparecías decidí despertar para pensarte,
para no sentirme solo.
Te amo. Te quiero. Te añoro.
Ahora volveré a cerrar los ojos
para buscar en sueños
el sol que adoro.
Te amo. Te quiero. Te añoro.