De camino a la casa decidi sentarme en lo que parecía un lindo café. El dia estaba calido y soleado y este tenia mesas fuera. Revise mi bolso y encontré cincuenta dólares, lo cual alcanzaba y sobraba para un jugo exprimido, o algun licuado. Me quede sentada, esperando que la mesera se acercara atenderme. En el interin, cerre los ojos y disfrute de como el sol me bañaba la cara. Amaba esa sensación.
"ajjjem" escuche a alguien limpiarse la garganta al lado mio. Abri los ojos y encontré a la chica rubia de sonrisa simpática que me habia mirado con completo desprecio en el aula de clase. Ella era a quien quería encontrar para preguntarle o mejor dicho...averiguar porque causaba esa reacción en ella. Por alguna razon quería caerle bien. "¿Qué te puedo traer?" pregunto de mala gana.
"un jugo de naranja y tostadas francesas con dulce de frambuesa" conteste enseguida. Despues le di una calida sonrisa mientras la vi alejarse. Me parecio ver como rodaba los ojos en un gesto de fastidio. ¿Cómo habia conseguido que a tanta gente le cayera mal? Si bien en la primaria no tenia amigos...no le caia mal a la gente, simplemente no sabían que existía.
"_____________ hola" saludo una chica rubia. Okay...probablemente se habia pasado tanto agua oxigenada para que le quedara asi el pelo, que no tenia una sola neurona viva.
"hola" conteste tímidamente, mientras le daba una media sonrisa.
"em...quería preguntarte si...em...podemos ir mis amigas y yo a la fiesta de los Omega" ¿Por qué no le preguntas a los Omega? Eso me hubiera gustado responderle. Pero la chica parecía estar por morirse de un paro cardiorrespiratorio. Tampoco le podía decir que si, porque no tenia ni idea si podían asistir. Delegar...esa era la mejor opción.
"¿Por qué no le preguntas a Molly Mercy?" esa habia sido una buena respuesta. "ella es una chica rubia, de ojos celestes, vive conmigo..."
"se quien es Molly, todos en la universidad lo saben" me interrumpio. Su tono seguía temblando.
"ah, bueno, a ella, seguro que te va a saber decir mejor que yo"
"si...em...esta bien, gracias" se despidió un tanto desilucionada. Claro, era obvio, Molly les iba a decir que no. Yo podía que hubiera cambiado. Pero Molly, ella no, seguía siendo la misma. Y si hubiéramos estado en la primaria y alguien le preguntaba a Pat algo semejante, y esta la derivaba a Molly, la respuesta hubiera sido no. Un total y rotundo no.
"hey, espera" grite. Note como freno y volteo. Despues dubitativamente comenzó a caminar hasta la mesa en que estaba sentada una vez mas. "yo creo que no va a haber problema. Cualquier cosa deci que yo te dije a vos y a tus amigas que si, que podían ir" la sonrisa enorme en el rostro que se le formo, esa fue la sensación de alegría mas genuina que le habia visto a alguien experimentar en mis cortos treces años de vida vividos y los siete salteados.
"gracias, enserio, sos la mejor" después de eso se alejo rápidamente mientras sacaba el celular del bolsillo de su jean. Podia deducir que iba a llamar a sus amigas.
"aca tenes" me indico la mesera depositando todo en la mesa con disgusto.
"¿te puedo hacer una pregunta?" no lo pude contener. La curiosidad me mataba. ¿Por qué me odiaba tanto?
"no es como que te pueda decir que no __________, aparentemente nadie puede" su respuesta salio inundada de sarcasmo. Ya sabia a lo que se referia. A Molly nunca nadie le decía que no.
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Vienna
Teen FictionSi pudiera volver a pedir un deseo, desearía que todo fuera como antes. Pero eso no servía. Y yo seguía siendo una mala persona. Y él seguía lastimado. "no sé qué decirte" hable por fin. "ahora nada...tendrías que haber hablado antes. Podía esperar...