Yo era un tanto... "Diferente".
Yo era alguien que pensaba de una forma distinta, que no pensaba ni lo mas mínimo en grande y que no tenia ningún tipo de sueños. O se podría decir que tenía demasiado miedo de pensar en grande o en concretar alguno de aquellos sueños.
Nunca fui una persona que encajara mucho tampoco, por mi forma de vestir o de pensar. Pero, mientras nadie se metiera conmigo, yo seguía siendo feliz.
Pero hubo un momento en el que todo cambio.
La secundaria.
Este fue uno de los momentos mas difíciles de mi vida, mas que la Preparatoria o ahora mismo Universidad. (Ya que, nadie que se vista con pantalones 3 tallas mas grandes y playeras de Pokémon va a pasar un rato agradable en la Secundaria.)
Mis 2 primeros años en la Secundaria fueron un infierno. Chicas rechazándome y llamándome feo, chicos diciéndome que soy una mierda, los profesores constantemente diciendo que no tendré ninguna clase de futuro. Ustedes entienden, la magia y alegría de la Secundaria.
Siempre lo mismo...
Deberías de vestirte mejor, deberías de pensar en cortar tu cabello de una forma diferente, deberías de ser mas "cool", Deberías de preocuparte mas por tu futuro. "Deberías", "deberías", y aún más "deberías".
Hasta que un decidí salir de mi zona de comfort. Era hora de un cambio, pero obviamente, estos idiotas no iban a terminar esta etapa sin conocerme a mi.
Demasiado tiempo desperdiciado. Necesitaba preocuparme mas por mi mismo y por lo que me pudiera pasar. Decidí seguir mi sueño de estudiar medicina y dejar en claro a todos que esto no se quedaba así.
De mi segundo año de Secundaria hasta mi último año estuve planeando bien todo.
Y lo logré.
Pantalones super skinny, abrigos, camisas de cuadros, gorras, gorros, zapatos a la moda, undercut perfecto, lentes de sol, perforaciones, y de más.
Mis 2 últimos meses después del cambio los pasé rechazando a esas personas que me rechazaban a mi, defendiendo a los humillados y humillando a los que humillaban.
Más de 50 novias de mi ultimo año de secundaria a mi segundo semestre de Preparatoria. Experiencias algo subidas de tono. Era un hijo de puta, pero joder, por fin estaba en la cima.
Pero llegó ese inevitable momento en el que perdí todo.
Todos mis "amigos", todas las personas que me querían falsamente se cansaron de mi, aunque yo hubiera dado mi vida por ellas, y siempre ponía sus problemas antes que los míos, ellos no pensaron en eso y solo se fueron.
Todavía quedaban algunas personas que me apreciaban, aquellas personas de las que nunca me alejé desde que era un marginado, aquellos eran mis mejores amigos, a los que me referiré como "Ellos".
Estaba solo. Ellos se habían mudado, había alejado a todas las personas que me importaban y que me hacían sentir bien.
Llegó esta cosa llamada depresión una vez que se fueron todos de mi lado. Ataques de ansiedad, empece a tomar de nuevo y aumente mi adicción por el tabaco. Estaba roto.
Horas y horas escribiendo canciones, escuchando música, viendo el cielo de noche desde el techo de mi casa, llorando ebrio en una calle desolada de mi ciudad.
Noches llenas de llanto, de arrepentimiento por mis hechos pasados y de dolor en general.
¿Y después?
Después la conocí a Ella.
