0.1

14 4 0
                                    

Luke caminaba por la acera de la calle a medianoche, la ciudad de noche se encontraba completamente desierta, él era la única persona presente en tal lugar.

O eso creía.

Pensó en ir al bosque al que tanto adoraba ir en su niñez, entonces emprendió camino hasta el lugar.

Luke creía haber llegado a su destino, pero estaba equivocado...

Caminaba y caminaba, perdido entre las sombras en un intento en vano para llegar al lugar, se encontraba totalmente perdido entre los arboles y su soledad.

El chico escuchaba los suaves pero escalofriantes soplos del viento y como chocaban las ramas junto a las hojas de los árboles a causa de este.

-Luke.. -Escuchó un susurro de una voz que parecía ser masculina.

-Lukeeey... -La voz río alargando la e de su apodo.

Luke siguió el característico murmullo de aquella voz, desconfiado se acercó de todas formas, quería salir luego del bosque en el que se encontraba perdido.

-Acércate un poco más.

Entré las hojas y ramas de los árboles, se filtraba la luz de la luna, su mirada siguió un fino rayo de la tenue luz, que acababa en el tronco de un árbol, donde un chico se encontraba sentado en el suelo con su espalda apoyada en el tronco sonriéndole al dulce chico.

-Te estaba esperando, dulzura. -Sonrío de oreja a oreja el chico pálido.

La débil luz de la luna le permitió ver al chico, mientras él esperaba a que Luke se acercara, Luke lo examinaba con la mirada de pies a cabeza.

Él podía admitir que era guapo, bastante a decir verdad, tenía una mirada misteriosa, no podía distinguir claramente su color, al apreciar sus pupilas dedujo que el color de sus ojos debía ser de un color claro, era pálido, su piel fácilmente podría ser confundida con una hoja de papel blanca. Sus labios eran de un tono rojizo suave, hacían contraste con su cabello, que era color rojo. Su vestimenta era completamente negra, de pies a cabeza, vestía una chaqueta negra de cuero entreabierta que dejaba ver una polera negra, jeans negros ajustados y unas botas militares negras.

-Luke, podrías dejar de verme y acercarte un poco más, no muerdo. -Rió.

-¿Te conozco? -Preguntó Luke.

-Quizás si o tal vez no...-El chico contestó risueño jugando con sus dedos. -Mi nombre es Michael.

-Un gusto, Michael.-Le dedicó una sonrisa. -Me llamo Luke, ya lo sabías pero de todas formas me quería presentar por mi mismo.

-¿Puedo hacerte compañía?-Interrogó el chico.

-No era necesario que lo dijeras, ven siéntate. -Michael palmeó en el lado izquierdo en el que estaba sentado.

Ambos permanecieron en silencio durante unos minutos, solo se escuchaba el sonido de sus respiraciones y el sonido del viento. A Luke no le parecía desagradable e incomodo, le parecía uno de esos silencios agradables en los que podía pensar tranquilamente.

-¿En qué piensas? -Dijo el pelirrojo levantando la mirada en vista a su acompañante.

-En como llegué a estar aquí.

-¿Por qué? ¿No era este el lugar en el que querías estar?

-Es agradable y tranquilizante, llegue a parar en este lugar porque simplemente quería venir.-Se encogió de hombros.-Pero ya no es como antes.

-¿Como antes? Este lugar siempre a permanecido de la misma forma.-Michael dijo con una pizca de confusión.

-Hace un par de años, mi papá solía traerme hasta aquí, el lugar no es como antes, eso creo.

-Tal vez dices eso porque es de noche, en la oscuridad no todo es como nosotros creemos que es...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 24, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Come a little closerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora