¡Maldito Aparato! ||Shadaria-Friendship||

¡Maldito aparato!

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Estaba bien sabido que Gerald Robotnik era un genio inigualable, había creado a la forma de vida suprema mejor conocido como Shadow, estaba a dos pasos de curar la enfermedad incurable de su adorada nieta, entonces, crear un medio de entretenimiento era cosa sencilla para él. Bien sabía que María y Shadow se aburrían demasiado estar encerrados todos los días en el ARK, que le gustaría poder darles una vida más normal a ambos, pero por las circunstancia de su trabajo no podía. Ya el área de simulación no los divertía, mayormente pasaban encerrados leyendo uno de los cientos de libros que él había mandado traer de la Tierra hacia la colonia. Aún así, había escuchado por accidente que su nieta y su creación ya no aguantaba más un solo día aquí. El mayor sabía que aún faltaba mucho para poder ser libres e ir al planeta que tanto ansiaban. Entonces, decidido como cualquier otro, estudió los medios de entretenimientos en su tiempo libre para darse una idea.

Pocas semanas después, logró hacer una consola portátil de videojuegos que eran bastante famosas en la Tierra, sin embargo le faltaban mucho por pulir, por lo cual decidió aventurarse a un campo totalmente nuevo para el viejo científico; creación de videojuegos. Poco después les dio el aparato dejándolo algo confundidos.

—Esto es un 3ds, una consola de videojuegos para el entretenimiento—explicó, enseñándole el aparato.

— ¿3ds? —repitieron confundidos, le parecía muy peculiar esa máquina.

—Así es—sonrió complacido por su creación—Con esto ya jamás se aburrirán.

—No veo como esto nos divertirá, abuelo—replicó María, mirando la 3ds con desconfianza.

—Pienso lo mismo—secundó Shadow, de la misma manera.

—Solo enciendan la consola, aparecerá un juego virtual, donde tendrán que pasar los niveles en conjunto. Luego ganaran, es fácil. —indicó el mayor, entregándoles a cada uno el cartucho que tenía el juego. Ambos suspiraron y decidieron hacerle caso a su abuelo. Éste los dejó solos para que pudieran divertirse con su pequeña creación.

De ese suceso ya había pasado 3 semanas, 3 terribles semanas donde no había podido compartir tiempo de calidad con sus pequeños, cada vez que los veía los encontraba muy concentrados jugando, como si tuvieran una competencia interna. Ya ni cenar juntos podían, ellos solo iban a la cocina con lo necesario para comer y regresaban a la habitación de ella a seguir jugando. Otra semana después, comenzó a cuestionarse si en verdad había sido buena idea construir ese maldito aparato que poco a poco le estaba robando el cariño de ellos bajo sus narices.

Ya cansado de la situación, decidió espiarlos para saber cómo quitarles la 3ds y desaparecerla de la faz de la colonia de una vez por todas. Tratando de ser sigiloso aún con su forma robusta y edad avanzada, se escabulló con algo de cuidado y abrió un poco la compuerta metálica, pudiendo observarlos de reojo.

― ¿Estás segura de esto? ―preguntó un muy desconfiado Shadow.

―Oh vamos, ¿dónde ha quedado tu espíritu aventurero? ―Shadow arqueó una ceja y María frunció el ceño―; ah, es cierto. Seguro lo mataste poco después de nacer.

Golpe bajo para Shadow, María se tomaba muy en serio esa competencia que tenían, el erizo negro sonrió un poco dejándola desconcertada―Si así lo quieres, María, guerra tendrás―retó por última vez la forma de vida suprema, la rubia chica asintió decidida y puso toda su atención en su portátil de color azul cielo, lo mismo él en su portátil roja. Ellos habían apostado minutos antes el postre del mes que consistía en pastel de chocolate, que, lamentablemente solo lo comían una vez al año, así que, uno de los dos tendría que esperar mucho más tiempo en comer ese manjar de los Dioses.