"Volvemos al punto de partida." Pt.1

100 9 2
                                    

(Tao PV.)

Volvemos al punto de partida... otra vez aquí, con lo bien que estaba fuera, haciendo todo lo que quería y tengo que volver a este asqueroso internado. Entre con la maleta casi vacía a ese enorme edificio que parecía del siglo pasado, nada más lejos de la realidad, mire los pasillos que me traían tantos antiguos y buenos recuerdos, "Ja, ahí fue donde me pillaron borracho intentando violar a aquella chica", "ah, y ahí es donde empezó aquella pelea en la que casi pierdo el conocimiento" buenos recuerdos... ¿Habrán alumnos nuevos? Fue la pregunta que empezó a rondar por mi cabeza, espero que si, sería tan entretenido, tendría nuevos juguetitos. Una sonrisa siniestra se dibujó en mi rostro al llegar a mi cuarto, la 015, la misma de todos los años en los que había estado ahí encerrado, lo primero fue tirar la maleta a un lado y tirarme bocarriba en la cama, ni me di cuenta de que habían algunos cambios aquí... Me estiré y acomodé en esta, estaba a punto de quedarme dormido cuando siento que alguien llama a la puerta casi sin poder escuchar los golpecitos.

-¿Ho-Hola? -escuche una voz, creo que de hombre, casi inaudible mientras abrían la puerta .¿Hay alguien?

-Si, ¿que quieres? -me senté en la cama algo molesto mirando en dirección a la puerta.

-¿Es la habitación 015? -vi asomarse una cabecita con el pelo de diversos colores, era un chico bastante apuestos, para que mentir.

-¿No lo has visto al entrar? ¿Que quieres?- mire un poco a mi alrededor y entonces lo vi, había una cama de más, "no... como sea eso...".

-Entonces somos compañeros de dormitorio .- Rin rin rin ¡premio para el chico rubio de la cama! ¿Como que "compañeros"? Imposible ¿El director no me conoce lo suficiente como para saber que más que un "compañero" es un sacrificio?

-Compañero, eh... -al ver al chico entrar me quedé analizando cada parte de su cuerpo, alomejor en el fondo no me molestaba tanto que se quedase. -¿Y como has llegado hasta este sitio?

-¿No sería mejor presentarnos antes? -se dio cuenta que lo estaba mirando de arriba a abajo haciendo que el chico empezara a ruborizarse. -Me llamo Oh Sehun, aunque puedes llamarme Sehun, encantado, ¿y tu?

-Ah, yo me llamo Tao, solo Tao. -me levanté de la cama para recoger mi maleta y echarla sobre mi cama, más que nada era para que no la confundiera con alguna de las suyas. -¿y que haces aquí?

-Me enviaron una carta ofreciéndome una especie de beca y... bueno, mi padre me obligó a aceptarla... -se notaba un tono triste en su tono de voz, aunque parezca que no, se analizar muy bien ese tipo de cosas, tienes que aprender a analizar cada movimiento y gesto se tu adversario si quieres sobrevivir en la mierda de barrios bajos de Seúl. El chico se dio la vuelta para entrar sus maletas ¡madre mía! me había tocado la lotería con mi compañero nuevo y ese precioso culo suyo.

-¿Necesitas ayuda? -me acerqué a el, rocé "accidentalmente" mi mano con su trasero lo que le hizo pregar un pequeño bote en el sitio.

-¿Eh? Si, gracias... -Tres, tenía ¡tres enormes maletas! Logré arrastras dos hasta el interior del cuarto dejándolas al lado de su cama, ¿seguro que ahí solo tenía ropa? ¿o cadáveres? ¿ladrillos tal vez? pero eso simple ropa no era.

-¿Y tu?

-¿Yo que?

-Que como llegaste aquí.- Se le hizo raro escuchar esa pregunta, por la forma en la que me miraba y ese tono de voz tan dulce e interesada que ponía parecía importarle, yo a diferencia seguía con mi actitud indiferente aunque realmente ya no lo era tanto.

-Llegue aquí hace unos años- siglos mejor dicho- fue porque... decían que tenía un don, una especia de don que aprovechaba mal -vi como se sentaba a mi lado, parecía que toda la timidez que parecía tener en un principio se había esfumado.

Midnight High SchoolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora