torneo v1--Ronda 2 parte 3:Yanada contra Sarpa contra Alberto

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De momemto pasan a la ronda 3: Iker, Daniel, Arturo...

Tercer enfrentamiento de la ronda: Yanada(0,15m) contra Sarpa (160m) contra Alberto (1,70m).
-Albertito, no dejaré que esa diminuta chica encogida te haga daño, ocupa de mantenerte a salvo-le dice la gigante a su amado, el cual solo es un joven humano.
-Lo siento Yanada, pero te vamos a pisotear como a un insecto si no te rindes, y rindete porque no te mereces morir de una forma tan cruel y deshonrosa-le dice Alberto a una Yanada que le mira a los ojos desafiante estando firme a sus pies y preparada para luchar con su diminuta espada.
Yanada está a un paso humano de Alberto, haciendo frente tanto a Alberto como a la novia gigante que hay detrás.
La diminuta encogida no le llega ni al talón al humano en cuanto a estatura, y en comparación con la gigante es de un tamaño casi despreciable de lo extremadamente ínfimo que resulta.
Las campanas digitales suenan, el combate da comienzo.
Yanada ve como el humano levanta su pie derecho para tratar de pisotear la de primeras, a pesar de ello la diminuta encogida se arriesga dando un salto en carrera para terminar aterrizando sobre el pie izquierdo del humano.
La encogida está tumbada y aferrada contra el pie de un Alberto que da un fuerte pisotón con su pie derecho que produce tal impacto que la diminuta encogida sufre y se ve obligada a usar todas sus fuerzas para no salir disparada.
En ese momento, la gigante Sarpa coge a su novio humano con dos dedos por hombro y lo eleva hasta la altura de sus ojos. Tras esto, la gigante coge aire con todas sus fuerzas.
La intensidad es tan bestial que Yanada no logra resistirse a la enorme corriente y es arrastrada violentamente a los pulmones de Sarpa.
Alberto al estar tan poco también es arrastrado hacia la boca, pero el pequeño humano es lo suficientemente grande como para agarrarse a las paredes de la garganta con sus delgados brazos, resistiéndose de forma titánica a que su novia pueda digerirlo.
Pero el humano no corre peligro, pues Yanada ha cortado el acceso a los pulmones y ya ha llegado hasta el corazón por fuera.
La diminuta encogida está agarrada al corazón de una Sarpa que se está asfixiando y tose fuertemente.
Sarpa está tosiendo mientras se tapa la boca con las manos.
Alberto sale disparado por la boca con las fuertes toses de su novia gigante, cayendo en sus manos.
Sarpa se arrodilla en el suelo y con sus manos deja a su novio humano en el suelo, un Alberto que se aparta de la sombra de su amada mientras la observa para tratar saber lo que está pasando.
La diminuta encogida termina de destrozar el corazón de la gigante y se incorpora al torrente sanguíneo como vía de escape.
Sarpa vomita litros de sangre a montones manchando la arena del combate, entre toda esa sangre ha salido su diminuta ejecutora, una joven Yanada que se pone en pie y huye hacia la posición de Alberto para evitar el posible impacto del cuerpo de la gigante.
Sarpa en sus últimos segundos de consciencia antes de morir logra posarse suavemente sobre la arena para asegurarse de no hacer daño a su amado humano, a su querido Alberto.
Entonces, Alberto mira hacia el suelo y se agacha para agarrar con su mano derecha a la diminuta Yanada, ambos empapados en sangre, sobre todo Yanada.
-¡Pequeña malnacida, sufrirás por lo que le hiciste a mi amada!-grita un Alberto furioso mientras aprieta fuertemente con su delgada y fuerte mano a la diminuta encogida, que se siente tan impotente como indefensa ante la traicionera y cruel decisión del humano.
-Siento haber tenido que hacerlo, merezco morir, te mereces vengarla, pero no es necesario que te manches las manos antes del momento oportuno, podrás pisotearme como a una cucaracha en el próximo combate en que ambos estaremos presentes-dice la diminuta Yanada con el hilo de voz disponible mientras está sufriendo un dolor tremendo y sus huesos crujen ante la fuerza del joven humano.
-Te mataré ahora, lenta y dolorosamente, no me fio de que no puedas escabullirte como hiciste hoy, diminuta luchadora-responde con odio en su boca el joven Alberto.
Entonces suena la megafonía.
-El combate ya ha terminado, si la matas fuera de combate todos los representantes de tu raza seréis descalificados y ejecutados junto con gran parte de los vuestros, así que más vale que esa diminuta luchadora siga viva hasta el próximo combate -afirma rotundamente una voz neutra por megafonía a través de las pantallas de las campanas digitales.
Alberto deja de apretarla y la deja en el suelo con cuidado a una Yanada que sufre heridas leves y moratones que se trataran para que esté perfecta para el próximo combate, para el final.
Yanada y Alberto han ganado, DARPA está muerta.

Torneo a muerte:Encogidos,humanos,gigantes y titanesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora