Mi Peor Error.

Días Comunes.

Decidimos vestirnos, ya era tarde, tenía que llegar a la casa para ver como estaba Michael.
Llegue a casa y todo estaba tranquilo, me sentía muy adolorida así que decidí meterme a bañar, el agua caía de mí y yo recordaba la sensación del placer que me hizo pasar Steaven.

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Los días pasaron como cualquier otros, yo iba a trabajar a la casa en construcción.
Me encontraba siempre con Steaven, pareciamos un par de jovenes en una relación, todo era de color de rosa. A cada rato que nos veíamos él no dudaba en demostrarme su amor con varios besos en la boca, uno que otro en el cuello, todo era perfecto.
Eso pensaba yo...
Nuestra relación se volvió ya algo seria, queríamos dar el siguiente paso.
-Prisicilla, quiero que te divorcies para que tú y yo podamos seguir con nuestra relación tan hermosa que llevamos, ¿no crees cariño? -Dijo Steaven, con una voz cariñosa, esa voz tentadora que no te puedes resistir.
-Claro que me gustaría dar el siguiente paso, pero sabes que tengo a Michael. Pero haré todo lo posible amor, yo quiero estar contigo y que nadie se interponga en nuestro camino.

Al acabar de trabajar decidí ir a la casa, estaba nerviosa, el miedo me comía, aunque tenía que ser valiente.
Toque la puerta del cuarto donde trabajaba Joe.
-¿Se puede pasar, Joe?
- ¿Qué quieres Prisicilla?
-No se como decirte esto, pero te engañe con Steaven. Así que quiero el divorcio ahora.
-...Claro, faltaba más. ¿Sabes que? Si quieres que me largue, adelante para que te vayas con tu maldito amante.