Wait For Me (Re-escrita)

Alessia

Ser estudiante de intercambio no es fácil. 

Acostumbrarte a el cambio de horarios, a la familia anfitriona, a la cultura del país. Nuevo colegio, nuevos amigos, nuevos hábitos y nueva vida. 

Pero por sobre todas las cosas, es emocionante. 

La familia Jung es excelente. Es una familia corea-estadounidense, el padre, la madre y dos hijos; conmigo somos cinco ahora. Creí que me iba a llevar mal con los chicos pero al contrario, nos hicimos inseparables. 

Jay tiene los 18, y esta en su primer año de Universidad, aunque rinde una materia que le quedo atrasada de secundaría. Después esta Eunji, ella tiene 17 como yo, y esta en mi mismo grupo. Cuando la vi por primera vez, no creí que nos pudiéramos llevar bien, ya que somos polos opuestos. Eunji prefiere estar siempre arreglada, maquillada, y bien peinada. Y yo prefiero los vaqueros, las camisetas y las zapatillas o championes deportivos. No es que no sea femenina, lo soy, pero no al nivel princesa de mi amiga. 

Vivo hace tres meses con ellos y aún así no me acostumbro al trato que me dan.

No tenemos que hacer nada a no ser estudiar, a veces ayudar en algo basico; y dado el nivel social de ellos, asistir a alguna fiesta. Hoy es uno de esos días. Insistí en que no era necesario ir, pero ellos no son fáciles de convencer. 

Me acomodo el cabello en un semi recogido. Como tengo ondas es mas fácil acomodarlo en algo que se vea presentable.  El vestido que tengo puesto no me hace sentir cómoda, pero, ¿como puedo quejarme de un regalo? Es largo y suelto, puntos a favor. ¿Puntos en contra? tiene tirantes finos y me resalta el busto. Según Eun, ella lo compró para mi. Es de un color azul rey que de verdad me favorece y los detalles en las mangas y en el busto son dorados con piedras en distintos tonos de azul. El escote es cruzado y ajustado, y bueno, mis niñas no se ven para nada pequeñas;  a diferencia de lo que yo considero, no es vulgar. La peor parte es el maquillaje; no acostumbro a usar maquillaje, así que sencillamente me hago un ahumado simple y algo de labial y estoy lista. 

Mi amiga esta hermosa, diría que parece una modelo, ella debería dedicarse a eso. 

Entramos al auto que nos llevará hasta el lugar y me acomodo entre mis dos amigos. Jay esta usando un traje y su deliciosa colonia. Nada más que eso; ser hombre es fácil. 

-¿Te sientes bien?- pregunta. A decir verdad, no. Es la fiesta más elegante a la que hemos ido. Siempre son almuerzos en los cuales no es necesario vestir de gala, pero ¿esto? se que va a ser otro nivel.

-Estoy nerviosa- confieso. Me sonríe mostrándome sus hermosos dientes blancos perfectamente alineados. 

-No lo estés, es divertido. Además, no te dejaremos sola ¿verdad Eun?- ella me sonríe y aprieta mi mano

-Por supuesto que no; Solo relájate y disfruta- se acerca a mi oído y susurra- hay muchos chicos lindos...

Trato de no reír. Si todos son como el que tengo al lado....Tengo que admitir que el chico es hermoso. Nunca me había fijado en los asiáticos, aún si a mi país han inmigrado un montón en el ultimo par de años; pero Jay esta a otro nivel comparado con los que me cruzaba en la fila del super. 

El auto se detiene y nos abren la puerta. Por supuesto, como ya me suponía, el lugar es enorme. Parece un palacio. Bajo con cuidado de no pisarme la falda y hacer el ridículo, y sigo a la familia adentro. Nos sacan un par de fotografías y luego estoy en un enorme salón donde las personas charlan sin parar y los mozos se hacen espacio para pasar sin derramar el contenido de sus bandejas. 

La primera hora se me hace eterna, pero luego de que los discursos terminan; se apagan las luces y comienza la hora del baile. Jay consigue una copa de bebida para su hermana y otra para mi, y nos arrastra a bailar. Soy latina, lo llevamos en la sangre. Bailar en una fiesta es la cosa más normal para la mayoría, solo nos dejamos llevar por la música y hacemos lo que el cuerpo quiere, y normalmente lo haría, pero realmente no estoy cómoda. El baile es mi vida, he bailado desde pequeña y es una manera de expresarme, pero estas personas no me conocen no lo saben y no quiero llamar la atención, no es que sea vanidosa. Les sigo el ritmo hasta que estamos sudando y nuestras bebidas están terminadas, entonces buscamos un rincón del balcón donde poder respirar aire puro. El viento frío choca contra mi piel y me erizo. Eunji sonríe mientras baila alocada solo para nosotros y me río de ella.