Prólogo

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Era una chica normal, hasta que el temor empezó a llegar a mi cuerpo. Todo iba bien en mi vida pero hubo un día en el cual estaba fuera de casa y me empecé a sentir mal, tube mareos y sudoración, llegué a la conclusión de que el motivo fue porque simplemente estaba mala. Volví a repetir la acción al día siguiente, rezando a no volver a sentirme mal, pero cada vez era peor y peor. El miedo recorría mis venas, todo mi interior. Mi cabeza me ordenaba quedarme en casa, donde estaba bien y tranquila, y eso hice.

Dejé de hacer diferentes actividades banales como ir a clase, ir a comprar (algo que ahora hacia mi madre), salir a tomar un café, ir al gimnasio o simplemente pasear por Notting Hill como solía hacer antes.
No sé exactamente el día en que todo empezó, calculo que poco después de cumplir los 19.
Así que lo que hacía ahora era escribir, que me ayudaba mucho, leer, dormir, y poco más. Muchos pensarán "si eso es todo un sueño, no hacer nada más que eso", pero cuando vives con agorafobia no piensas exactamente eso. Consultaron a diferentes médicos especializados, les dijeron que salir de casa no me creaba ningún mal, que era mi cerebro el que lo creía, pero no; yo sabía que si salía de casa nada bueno pasaría pero no me llegaban a entender. Siempre venían médicos a casa, intentaban ayudarme y hacerme entender que nada malo me pasaría, lo mismo que mi familia intentó y que en vano se quedó.

Entonces apareció, un día cualquiera, un email llegó a mi ordenador. Era un fotógrafo, Harry Styles, que quería fotografiarme. Mi vida dio un giro hacia el lado opuesto desde que llegó a mi vida, trayendo consigo muchísimas emociones que ya ni siquiera recordaba que existían. Como el amor.

NA: ¡Hola! Bienvenidos al prólogo de esta nueva historia, estoy trabajando mucho para que salga fenomenal así que espero que os guste y continuéis leyendo.
Muchísimas gracias, P.

xx

Salvation » h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora