e p i l o g o

27 4 1
                                    

Un año después...

—Patterson, eres el peor compañero de cuarto.

—No tengo la culpa, la chica era ardiente Evan, su trasero, su pechos, el mejor sexo de mi vida.

—Y el último si me dejas de nuevo durmiendo en el pasillo.

—Vale vale, comprendo.

—oye, esa chica no a dejado de hecharte el ojo, parece nerviosa.

—¿Cuál?

—Aquella— señalo a una chica de pelo castaño, que estaba en la mesa de enfrente, sus ojos color miel, se desviaron al captar que Evan iba a voltear, aunque quizá lo que más deseaba la joven era ver el rostro de aquel chico para confirmar, cuando al fin lo hizo ambos quedaron atónitos, ninguno lo creía.

—¿Emma?

—¿Evan?

—Parece que no has cambiado.

—Digo lo mismo.

Evan se levanto de su asiento para tomar lugar a lado de Emma.

—¿No lo olvidaste?

—¿Olvidar qué?—vaciló un poco

—Esto.

Y la beso, primero la chica quedo atónita sin poder reaccionar, pero se dejo llevar, el beso sin sentido se volvió apasionado, y necesitado, y duro hasta que ambos se quedaron sin una gota de aire.

—Lo tenia que terminar, Emma.

—Entonces ¿termino?— dijo insegura.

—No seas tonta, Emma, esto es el inició.

—No soy tonta, sólo aseguro.

—si claro y yo me chupo el dedo.

—Que asco Evan, pensé que ya eras un chico reformado, muy mal.

—¡Oh vamos!¡Era una metáfora!

—Que metáfora tan ridícula.

—¿Netflix?

—umm... no lo sé

—Vamos yo compro las palomitas.

—Supongo que tu las harás.

—Si.

—Espera no, las quemarás ¿no pensabas comprar ya hechas?

—En casa todo es mejor.

—Pero no estamos en casa.

—En cualquier lugar que estés tu, ese, ese será mi hogar.

—Deja de andar de conquistador.

—Eso es lo que hago mejor, a demás patterson, es lo único que me ha enseñado.

—Bien, bien nos vemos luego tu amigo parece muerto de curiosidad.

—Sí es un chismoso de primera, si la chica es linda—le guiñó el ojo, y Emma empezó a reír con un notable nerviosismo en esta.

—¿Recuerdas aquel día?

—No sé de que día hablas con exactitud.

—Cuando hablamos, por primera vez, creo que fue muy gracioso, Srta. Emma Stone.

—¡Oh vamos! ¿Aun recuerdas eso? Evan Craft.

—Jamás creí que me atacaras con un cantante de música religiosa, ¿Eres cristiana?

—No, lo que pasa es que hay algo que nunca has podido aprender de mi, la música forma parte esencial de mi.

—Si, creo que nunca puedes terminar de conocer a alguien, pero Emma, ¿En serio un cantante religioso?

January. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora