Consecuencias.

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  ____ POV

Esto era una completa mierda. Una total y completa mierda. Me he pasado casi dos horas llorando y no he conseguido sentirme mejor. A todo esto... ¿por qué me siento tan mal?

No es que me importara mucho que se haya ido todo el mundo. Como si nunca hubiese estado sola antes. No, no era eso... pero sentía una angustia. Algo así como una sensación de pena inmensa, de vacío, pero no sabes el motivo. Quizás solo era que el idiota de Harry me dio el plantón. Maldito. Nadie me había hecho eso nunca en mi vida. Y ni siquiera me lo había cogido.

El maldito de Emmett se había largado tras el culo de la maldita zorra Rosalie. Perra. Me había golpeado en mi propia casa y el idiota de mi hermano no había movido un miserable dedo. En realidad nadie lo había hecho. Pendejos.

Y Alice... otra perra infernal. La muy maldita se había quedado pegada al pene del chico rubio con cara de conocido... ¿dónde demonios había visto al chico ese? No podía recordarlo.

Me levante sin fuerzas del sofá en donde había estado tirada. Debía ser muy tarde ya, pero nadie había vuelto. Quizás ni lo harían.

Me levante con pereza del sillón y me tropecé con el reloj que Harry había arrojado al suelo. Otra vez me vino la angustia. Seguro era porque el muy idiota despreciaba mi regalo. Pendejo, si no le gustaba se lo regalaría a otro. Lo tome en mis manos y subí a mi habitación.

La puerta estaba rota, por la intromisión de Jacob.

Mi mente voló a aquel momento.

Estaba tan extasiada, feliz. Estaba convencida de que esa noche era la noche y que Harry sacaría sus instintos ocultos. Y casi lo consigo, lo pude sentir. La forma en que me tomo, sus ojos oscurecidos, llenos de pasión... De todas maneras no pensaba dejar que se cogiera a Tanya. Ella era solo para hacer que se desinhibiera. Y si no hubiese sido por el pendejisimo de Jacob, lo hubiese conseguido... Es verdad que al final me lo había terminado tirando, pero eso había sido pura frustración... y para evitar que asesinara a Tanya. Además no tenía ni idea que Jacob, el mismo que Harry casi mato la noche en el Fantasy, era el novio de Tanya... Bueno, el mundo es pequeño en realidad. Pero la rabia se le paso pronto cuando entramos en acción. Lo convencimos con una rapidez asombrosa y el resto es historia. Ahora no estaba muy convencida de que hubiera sido muy buena idea. Es decir, ni siquiera había sido tan genial. Pero Harry...

Me golpee mentalmente por estar pensando en el ahora. Cuando me senté en la cama, pude distinguir sus bóxers en el suelo. Los levante y me descubrí oliéndolos... que enferma me había vuelto.

Los tome junto con el reloj y sus zapatos, que todavía estaban allí y los metí en una caja. Fuera de mí vista por favor. Así que los metí bajo la cama.

Me quite el vestido y me eché una ojeada en el espejo. Estaba hecha un completo asco, los ojos hinchados, la nariz roja y ni hablar de mi cara... algo machucada, pero no se veía irreparable. El pelo si me dolía... en realidad el cuero cabelludo.... Condenada Rosalie, ya me las pagaría.

Decidí acostarme. El silencio era tal que no me dejaba dormir. La casa nunca había estado tan silenciosa. ¿Cómo mierda las cosas habían resultado así?

No supe en qué momento me quede dormida.

- ____... - me susurraba Harry, mirándome con esos intensos ojos verdes.

- ¿Si cariño? -le decía yo, recostada a su lado.

- ¿Me dejaras alguna vez? -preguntaba el, mientras me acariciaba.

- Nunca cariño, nunca...- decía yo, extasiada.

- Déjame tocarte... te deseo... eres lo más hermoso que he visto...

Pervirtiendo a Styles | h.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora