Antes lo entregabas todo aunque nadie te lo pidiese, y te quedaste muchas veces sin nada, pero daba igual... Ahora no.
Y de repente cambias Virgo, y nadie te entiende. Pues sí, de vez en cuando hasta tu cuerpo te pide dar un giro que, aunque no sea del todo radical si te permita cerrar algunos asuntos pendientes que parecía que no llegarían nunca. Hay personas que no lo entienden, que piensan cómo es posible que llevarás una línea recta en tu vida y de repente la torcieras para tomar un camino diferente...
Pues sí, no eres estúpido, y sabes que si algo no te conviene, no te conviene, y aunque te des cuenta tarde, lo importante es que sabes corregirlo. La cuestión es que los que estaban a tu alrededor y creían conocerte se echan las manos a la cabeza: "¿Cómo puede ser que de repente haga todo lo contrario a lo que parecía que iba a hacer?" Pues es sencillo, todo tiene un límite, y por mucha paciencia que Virgo pueda tener, lo siento, también tiene amor propio, que a veces no saca, que a veces parece que está escondido, pero que tiene, aunque a muchos les joda y les fastidie sus planes. Hace muy poco te hirieron, y estuviste solo, y te sentiste más inseguro que nunca, y el mundo parecía romperse en dos, y ahí nada importaba pero ahora, ahora es todo diferente. Ahora sólo darás tu mejor cara, la conciliadora, la dialogante, la amable, a quien se lo merece. Porque antes lo entregabas todo aunque nadie te lo pidiese, y te quedaste muchas veces sin nada, pero daba igual, porque antes le eras fiel a la vida, y ahora ya sólo quieres serte fiel a ti mismo.
