Capítulo 1

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1

Eran las ocho y media de la mañana cuando a Harry lo despertaron.

-¡Adivina quién cumple años hoy! -exclamó la pequeña Sam, sacudiéndolo- ¡Soy yo, Harry!

Harry abrió con algo de dificultad los ojos luego de frotárselos con ambas manos, y se encontró con la niña sentada sobre sus caderas, con unos expectantes ojos celestes abiertos como platos, clavados en él.

-¡Levántate, Harry! -chilló ella- tienes que moverte

-Me aplastas, Sammy.

Ella se bajó de la cama, y se quedó parada allí, esperando algún movimiento por parte de Harry.

Ella lo llevó de la mano a través del pasillo que conectaba todas las habitaciones del primer piso.
La que él ocupaba era la del fondo. Nadie la usaba, porque era donde dormía su primo Max hasta que pasó lo que pasó.
Nadie hablaba mucho del tema: ni su tía, ni sus otros primos, ni Amanda, y mucho menos los niños.
En la cocina esperaban sonrientes su tía Melody y Amanda, que llevaban cosas de acá para allá.

-Harry, cariño -exclamo la mujer mayor, extendiéndole la taza de leche con chocolate que aun tomaba él cada mañana- ten.
-Gracias, tía Mel

Harry no hablaba mucho. Le costaba respirar, y hablar le era el doble de difícil. Solo hacía el esfuerzo por Sam, que era la luz de sus ojos y al mismo tiempo su dolor de cabeza personal.

Sam era la hija de Amanda con Max. Llegando antes de lo esperado, fue la primera niña pequeña en la familia despues de Gemma, así que se ganó el corazón de todos. Alex nació en la misma época que murió Max, así que no tuvo el mismo tipo de protagonismo que su hermana mayor.
Habían enviado a Alex a pasar el fin de semana en lo de sus abuelos maternos, para poder enfocarse pura y exclusivamente en Sam; y claro, también en el huésped de este verano.

A Harry le llamó la atención el bolso en el que Amanda guardaba tantas cosas.

-¿A donde van?
-Al SeaWorld, Sammy quiere ver a los delfines y demás -explicó sin apartar la mirada del bolso- pensé que seria una buena forma de pasar su cumpleaños, y que también podrías venir, Harry.
-Gracias, pero...
-Por favor, Harry -suplicó Sam, utilizando su cara número tres: la de convencer a Harry - Di que sí.

Harry rodó los ojos, y la niña reconoció su victoria.

2

Harry evitaba todo lo que podría relacionarse con el mar, así que ni en sus sueños mas locos hubiera imaginado estar ahí.

Amanda compró unos tickets especiales, que incluían una especie de detrás de escena.

Tenían un guía llamado Carl, que estaba a cargo del grupo. Para poder identificarse, los había bautizado como 'Grupo azul'; otros guías tenían sus respectivos grupos reducidos con nombres ridículos.
A Sam le habían puesto un prendedor de 'Brithday Girl' en la entrada del parque, ya que suelen hacerse algunas distinciones en esos casos.

Los integrantes del Grupo Azul, llevaban a modo de identificación una credencial de ese color, en la que cada uno escribió su nombre. A Harry ni siquiera le gustaba ese color.

Pasaron al backstage de Blue Horizons. Lo primero que vieron fue el paletón enorme en el que se encontraban algunos de los delfines.

-Ya vimos el frente, donde algunas de nuestras estrellas están practicando sus saltos con sus entrenadores, ahora van a conocer la parte que nadie más puede ver.

Cuando se aseguró que todos terminaran de pasar, Carl siguió hablando.

-Aquí es donde los delfines de este show pasan el tiempo en el que no están en escena.

Todos veían asombrados el gran estanque en el que se movían algunos de estos cetáceos.

-En SeaWorld Orlando contamos con casi cincuenta delfines nariz de botella, divididos en nuestras diferentes atracciones; pero aquí, en Blue Horizons, nuestras estrellas son doce ¿Quieren conocer a algunos de ellos?

Adelante, habían tenido un acercamiento a Adda, Lenna, Zale, Varick, Bubba, y Kesia; con sus respectivos entrenadores.

-Esta chica de aquí -anunció Carl, refiriéndose a un delfín que se acerco al borde del piletón desde el cual observaban- es Tigerlily. Es la mejor amiga de Kesia,y nuestra hembra mas grande en cuanto al tamaño. Canta precioso, de seguro que quieren oírla.

El delfín asintió eufóricamente.

-Ven, Samantha - invitó Carl a que la niña se acercase, leyendo el nombre en su credencial- si haces así con las manos, nuestra amiga va a cantarte una canción de cumpleaños.

El animal comenzó a cantar, y la niña sonrió.

-Mira, Harry ¡la hice cantar!

Pero Harry estaba enfoncado en otra cosa.

3

A lo lejos, un delfín mucho más pequeño, nadaba solo. Alcanzó a ver en su aleta dorsal una lastimadura cicatrizada, pero de todas formas prominente, que se le hizo demasiado familiar.

-Disculpa -se dirigió Harry a Carl, con cierta dificultad, tuvo que toser al momento para aclarar su voz- ¿Qué puedes decirme sobre aquél delfín, el de la aleta cortada?

-Ella fue la última en entrar a Blue Horizons, cuando Clio quedo preñada; es también la menor del estanque, su nombre es Reiko.

-¿Cuanto... Cuantos años tiene?

-La rescataron cuando tenía unos pocos meses, se van a cumplir nueve años dentro de algunas semanas. Pero mejor que nadie, puede contarte más sobre ella su entrenador, es el chico que está por allá ¡Louis!

Un joven bajito se acercaba despreocupada y alegremente hacia donde estaba el Grupo Azul. Llevaba puesto uno de esos trajes que usaban los entrenadores y la gente que tenía que estar en el agua. Traía en cada mano un balde metálico lleno de pescado y hielo.

-Grupo Azul, él es Louis, uno de nuestros entrenadores -luego de anunciar, se dirigió al muchacho- Louis, Harry quiere hacerte algunas preguntas.

Entonces se miraron a los ojos, y el menor quedó paralizado.

Louis se acercó a Harry, mientras el resto del grupo quedaba algo apartado, contemplando a Reiko y escuchando a Carl.

-Tú eres el chico de Cocoa Beach.

Harry asintió.

-¿Y que hace un chico de Cocoa Beach en Orlando?

-Acompaño a mi prima -respondió con más dificultad que nunca, intentando dosificar bien las palabras- cumple seis.

La señaló, y louis vio a la niña pequeña, embobada ante lo que sus ojos veían.

-Mira, ahora voy a hablar con Carl para que marque su credencial, así recibirá una sorpresa especial durante el show.

Entonces Louis dio media vuelta, y amagó a irse, cuando pareció recordar algo.

-Gracias.

Le dijo a Harry, de la forma más sincera que lo hubiera hecho jamás.
Gracias a él, tenía a Reiko, que significaba el mundo para él.
Louis vivía por y para ese delfín, y su corazón solo le pertenecía a ella. Era un joven atento, carismático, sociable y afectuoso, pero lo único que realmente amó hasta ese momento, fue su delfín.

4

-Necesito sus credenciales -anunció Carl a Sam y a Harry una vez que salieron del lugar.

Tomó un fibrón indeleble de color negro: en el frente de la credencial de la niña, dibujó una estrella y escribió 'Blue Horizons', junto a un horario; en la parte trasera de la de Harry escribió una hora y un nombre raro, como si fuera de un lugar, añadió algo más:Louis.

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⏰ Last updated: Jan 02, 2016 ⏰

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