''Es importante recordar que todos tenemos dentro de nosotros la magia. '' -Joanne Kathleen Rowling
Maldita sea, definitivamente este no ha sido mi día, se fue el autobús, me caí en la calle, llegue tarde al colegio y no me dejaron entrar. En pocas palabras hoy definitivamente he tenido un día de mierda. Ni siquiera he podido llegar a tiempo a la parada del autobús para ir de vuelta a casa así que me ha tocado devolverme caminando de nuevo, como es natural, voy escuchando música y recordando lo
que sucedió en mi estúpido día ¿Cómo carajos supo que me llamo Janis?.Tal vez mis padres le hayan dicho, no soy una chica muy social así que es un poco difícil que sepa mi nombre por los vecinos, me da rabia, el simple hecho de pensar en todo lo que me paso hoy me hace tener ganas de verlo de nuevo y golpearle la cara a ese imbécil.
Finalmente llego a casa, creo estar agotada de ir de aquí allá caminando en momentos como estos lamento que mi madre no tenga auto, llego a casa y observo que está vacía es algo extraño pues mi madre no sale mucho de casa es ama de casa y vivimos de la pensión que dejo mi padre.
De todos modos me da muy igual lo que haga mi madre ella es una mujer muy sumisa, que sufre de nervios y digamos que yo herede mis problemas depresivos de ella, mis cualidades sobrenaturales ni siquiera son una herencia al parecer por lo poco que se es una maldición antigua que cayó sobre la familia de mi padre, diciendo sobre que la primera mujer blanca seria condenada a vivir con desprecio entre la sociedad durante toda la eternidad, según mi padre era solo una leyenda urbana que contaban los abuelos para asustar a las niñas pues ya habían nacido muchas mujeres en la familia y ninguna era una ''bruja,'' Lo que mi padre nunca tuvo en cuenta era que según mis abuelos caería sobre la primera hembra blanca por parte de mi abuelo ya que todas eran por parte de mi abuela al parecer yo herede la maldición que para mí es una ¿bendición?.
Desde pequeña siempre sentí que era diferente que no era igual a las otras niñas o niños, mientras ellos jugaban con tierra o muñecas yo simplemente me sentaba a leer un libro, siempre tuve ese desliz por las cosas diferentes, amaba las películas de terror y una que otra canción rock antigua, mi padre siempre decía no eres una niña normal, nunca me dejaba ir a casa de mis abuelos él decía que eran demasiados viejos y tétricos, lo irónico es que ellos aún viven y el no. Un día tuve que escaparme para poder visitarlos, ellos viven por las afuera de la ciudad así que tome mi bici y zarpe a una aventura a su casa ese fue el día que me entere de mis poderes sobre naturales y fue por parte de mis abuelos ellos me hicieron prometer que no debía usarlos para mal y que no le dijera nada a mi madre ni a mi padre al respecto, tal vez eso ayudaría en un futuro así que prometí hacerlo, nunca tuve curiosidad de utilizar mis poderes en lo absoluto, era una niña, así que me parecían inútiles, aburridos a decir verdad intente usarlos en animales antes tenía un cachorro e intentaba leer su mente cada vez que podía aunque no era cool, de igual manera aprendí a usarlos con el y hoy en día solo los utilizo con mi gato el Sr Black.
Al paso de unas horas mientras estaba en mi habitación escuche la voz de mi madre diciendo;
-Janis, hija te buscan. Dijo mi madre.
Pensé que era una broma de ella pues, oigan soy una persona asocial, a duras penas socializo con mi gato y mi mp3 ni si quiera tengo tv así que si me preguntan por el mundo lo único que puedo decir es que soy asocial, no tengo mejor amiga ni amigo, no puedo decir que cuando tengo un problema tengo a alguien para pedirle apoyo ni siquiera mi madre ya que tiene suficiente con sus propios problemas.
Cuando iba a bajar las escaleras me di cuenta que solo tenía un suéter negro grande y desgastado así que fui y me puse presentable, al cabo de unos minutos presentables o al menos lista.
Menuda impresión la que me llevo cuando lo vi sentado en mi mueble vestido de negro con unas converse algo desgastadas y bastante pálido, con el cabello despeinado y una sínica sonrisa en la cara.
-Hola Janis, ¿cómo estás? Dijo con la sínica sonrisa en la cara pálida.
-¿Que carajos haces aquí? Dije con cierto tono de frustración.
-Vamos ni si quiera dejaste que me presentara, soy Mark.
-Terminaste. Conteste.
-No. Respondió serenamente.
-Lárgate. Dije enfadada.
En serio, nunca una persona me había hecho enfadar tanto, realmente era necia su actitud era un desconocido no quería verlo ni saber nada de él solo quería que se fuera de mi casa como un completo imbécil podría hacer eso de venir a mi casa tan sínicamente.
-¿Por qué eres así? Creo que intentaba saber de mí, pero cuál era el interés.
-¿A qué te refieres? Respondí.
-Así, así tan diferente, como si nada te importara, algo en tus ojos muestra dolor.
Creo, que nunca había escuchado esas palabras y menos de una persona que apenas conocía, a la cual nunca en mi jodida vida había tratado enserio estaba intrigada.
-Ni me conoces, sabes algo Mark creo que es hora de que te vayas. Intentando que se fuera.
-No puedes echarme de tu casa solo porque si, Janis te hice una propuesta espero una repuesta. Seguía insistiendo.
-Joder déjame pensarlo al menos. Grite.
-Eso me gusta, creo que ya es un paso más. Dijo mientras se retiraba y cerraba la puerta.
Realmente nunca había pasado por esto antes y sigo intrigada ¿Cuál es su interés en mí?...

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Janis.
SpirituellesCreo que el titulo no lo dice todo, soy Janis una adolescente de 16 años a punto de cumplir 17, que vive con su madre, que no se considera guapa, pero créeme, no soy horrible, que mide 1.66, que ama la pizza, el rock alternativo, el color negro e...