CORTADAS, PARA HACER UNA SONRISA

Parte 1

Fue un día antes de la celebración de mi cumpleaños no lo recuerdo si era el número 14 o 15, cuando pasó, cualquier chica de mi edad puede entenderme porque es cuando apenas vas descubriendo la vida es cuando vas dejando tu infancia por completo, poco a poco, cuando ya no empiezas a ver las cosas como un niño, tienes que empezar a ver las cosas más sabiamente, ya no te enojas con tus amigos y al rato te empiezas a reír, ahora le piensas de diferentes maneras descubres nuevos sentimientos odio o depresión dependiendo cual nos vaya marcando más nuestra vida, y vamos separando amistades, en mi caso no sabía que hacer mi familia ya me veía crecer y quería más de mi pero solo era una niña descubriendo el mundo sin preocuparme de nada riéndome de tonterías descubriendo el amor hacía la música y de los mejores libros, pensando yo que es lo mejor de la vida.

-¿Ya terminaste tu tarea? Yo no veo que estés haciendo nada, puras tonterías lo tuyo, solo estás perdiendo el tiempo, todavía que me esfuerzo para que puedas estudiar, no vas a servir nada. Gritó no pensando en lo que decía mamá pero como si tuviera apuntado todo lo que dice en momentos como estos

Cerré la computadora y suspire, pensando seriamente en que mis padres han hecho muchos esfuerzos para que yo pueda ir a la escuela y yo solo malgastando tiempo en cosas que ellos decían que eran inútiles. Así que empecé con mis deberes.

Pasó el tiempo ya estaba cursando mi segundo año de secundaria fue algo de rebote, cambio de secundaria, nuevos amigos, y dejar a un chico que en ese tiempo no sabía si realmente lo que experimentaba era amor, como todos los chicos mayores lo hacían. Ya la mayoría se había atrevido a dar su primer beso y aún no sabía si darlo o no.

Es una mejor escuela, mis compañeros de clase obviamente no son los mismos, no sé me da mucho encajar con todas las personas así que lo intento como siempre. Me siento en unos de los bancos de atrás y empiezo a hablar un poco un grupo de los de la esquina de atrás de niñas empieza a verme y murmuran entre ellas, les pierdo la vista en uno de mis libros de formación cívica y ética que ¡QW! No me gusta en lo absoluto esa materia. Mis padres me han remarcado muchos los valores y en la iglesia, como para volver aquí. Trato de acomodar mi coleta estrictamente ordenada por el reglamento escolar cuando ¡DEMONIOS! Mi liga se ha roto y mi cabello va a salir al desorden trato de no perder la lectura del libro y trato de amarrarlo como pueda.

-SEÑORITA, (habla la maestra con cara de pocos amigos y bonita figura) esto ya a sido suficiente es necesario que vaya a orientación.

No entiendo el porqué de la situación, se me revuelve el estómago y trato de amarrarme la coleta, no puedo ir así a orientación. La maestra llega a mi lugar - ¡¡¿Qué no has oído?!! Vámonos así, levántate , tendré que llevarte. Me saca de mis sentidos, no sabía cómo reaccionar así que solo lo que hago es seguir a la maestra, pensando seriamente la diferencia entre escuchar y oír, esa maestra sí que está loca.

Me he hecho amiga del grupito que me miraba y murmuraban, al parecer sólo lo hacían con intención de hablarme, Diana chaparrita, carismática y risueña ella empieza a hablarme y presentarme ante todas, al parecer son muy lindas y ofrecen sentarme con ellas, no lo pienso y me siento en el asiento del último, así que me gusta la idea de sentarme en cuclillas y lo hago me siento demasiada cómoda ya que aún no llega el maestro siguiente empiezo a tararear una de mis canciones favoritas "secrets – onerepublic" lo escucha una de mis compañeros de alado le gusta y me pregunta sobre la canción, la banda, etc.

Siento mi cuerpo hormigueado, dolor de cabeza intenso, estoy en la oficina del coordinador ¿acaso me regañaron y por eso estoy aquí? Me parece esto todo muy confuso me siento demasiado mal como para pararme, me falta aire, el coordinador pregunta que si mejor quiero una inyección, me dan terror desde pequeña, pero como puedo asiento, el coordinador se ríe y después pone cara de preocupación de inmediato coge el teléfono y empieza a hablar, de inmediato saca su baumanometro y empieza a medirme la presión, me dice que está demasiado alta y me la vuelve a medir, llega alguien no alcanzo a distinguir quien y me pide mis datos para llamar a mis padres.

Meses después ya no voy con la misma regularidad a la escuela me empiezo a juntar con otras chicas pero tampoco pierdo amistad con las demás, los maestros han pensado en acomodarnos por número de lista, me a tocado hasta en frente de la segunda fila ¿Hay algo más horrible que eso? Ya ni podre husmear a gusto comida entre clases, el chico de atrás se me queda viendo sin perderme de vista y me habla solo para preguntarme mi nombre y me volteo.

Los doctores me han diagnosticado un tumor cerebral.

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