Lluvia

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Llora el cielo derramando sabiduría sobre poblaciones insipientes donde el deletéreo de la palabra es la ambrosía con que se alimentan las serpientes.
Lluvia armífera perteneciente a los ojos de una víbora, embalsamando las mejores mentiras que aromatiza las mañanas que mitigan la luz cada semana, y desaparece el sol sin dejar rastro, dejando un cielo blanco donde descansa Octubre y un camino de hojas secas que cubre el la plaza de la agonía y confunden las mentes mas abiertas porque aún sienten la delicadeza de los besos de la melancolía . . .
La estrategia para evadir el ardor de la alquimia de sus ojos, tan hechizante que con su mirada me convierte en oro y pierdo el valor de mirarla de nuevo, aún así cuando el viento vuele y el tiempo se adelante con el frío de Noviembre,
y un sentimiento ecuorio te da la incertidumbre de que todo estará mal, volaremos hacia al norte con las alas de cera, sobre el mar Icaria, Dédalo sentirá envidia y cobrará venganza...

Llanto de MinervaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora