Ben era un niño que vivía en una pequeña aldea en el campo cerca de una ciudad llamada Sianka, su padre eta boxeador, y al saber el duro trabajo que era, en ningun momento quiso que su hijo hiciera lo mismo que él, pero al chaval le apasionaba, y contraeso no es podia hacer nada. Le apasionaba tanto, que lo único que queria para su cumple, era que le contrataran un entrenador personal de boxeo para que le enseñane lo básico, y el padre aceptó a la fuerza.
El día siguiente de su cumpleaños, el padre llego tarde de trabajar, y el niño se preguntaba porque. Pero la espera obtuvo sus frutos, el padre apareció con un hombre mayor de pelo castaño y muy poco musculado (por lo que el niño podía ver).
-Hola señor.
-Hola. Mi nombre es Chuck. -respondió el viejo-
-Pasad, ¿Queréis tomar algo? ¿Quizá un café?
-No, gracias. ¿Eres tú el que quiere aprender boxeo?
-Sí señor.
-Entonces mañana quedamos a las 7:00h en mi casa, tu pade ya sabe dónde está.
-De acuerdo, allí estaré. Hasta mañana.El viejo no contestó, y se fue a lo quel niño supuso que era su casa.
Al día siguiente a las siete de la mañana el niño entusiasmado llegó a la casa de aquel desconocido viejo. El viejo le ofreció una taza de café y el niño la aceptó, y mas tarde lo llevó a su sótano.
Una vez allí le dijo que cual era su inspiración para el boxeo. El niño no supo que desponder y le dijo que no lo sabía. El viejo se enfadó mucho al recibir esa respuesta, y le dijo que no le daría una clase de boxeo hasta que no le dé una respuesta.
El niño no rechistó y se marchó a casa.Una vez en su casa pensó en que le inspirava a aquello. No había aún una respuesta. Pero al día siguiente le vino una: Era lo único que le hacia sentir bien con sigo mismo, era aquello que le hacia hacer amigos, obviamente eran sus contrincantes. Pero al decirselo al viejo cuyo nombre no sabía por el momento puso una cara que daba a entender que no estaba muy convencido. Aún así el viejo aceptó darle clases. Al día siguiente, empezaban las clases.
Ben se levantó de la cama ansioso por empezar, y desayunó fuerte, demasiado, de tal manera que temía por que le doliera la barriga en pleno entrenamiento.
El chico se marchó a casa del viejo.
-Hola Chuck!
-Hola chico, empezamos el entrenamiento?
-Claro!
-Pues vamos a ello.
El viejo se llevó al niño a un garaje en su casa, pero no había ningun saco de boxeo o nada para entrenar, en vez de eso habia solo un coche, y curiosamente lo hizo meterse en el maletero. El niño sin pensárselo dos vezes se metió, y el viejo cerró con llave.
El chaval estaba atrapado.