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Las mismas personas de siempre entrando al lugar, me pregunto si esto tendrá fin o solo es el comienzo.

La misma habitación de blanco, con algunos cuadros de color tristeza y el sillón tan solitario.

Este lugar tiene muchos secretos y tantas verdades ¿Como alguien podría sentirse bien aquí?

-¿Vas a quedarte ahí?-dijo el sujeto que esta sentado en la silla que se encuentra a lado del sillón.

Trae una bata blanca, no es tan viejo como yo me lo imaginaba al parecer tiene unos 20 y algo de edad.

Solo asentí con la cabeza, al entrar a la habitación con cada paso que daba me daban ganas de vomitar, las voces en mi cabeza cada vez aumentaban, ellos dicen que es malo hablar pero yo no creo que sea tan malo.

-Toma asiento-dijo el apuntando hacia el sillón.

El sillón no estaba tan mal solo que me hacia sentir extraña, era cómodo, pero me pongo a pensar ¿Cuantas personas han sufrido en este sillón?

-¿Como te llamas?-dijo el viéndome a través de sus lentes.

-Co-onno-or-dije torpemente.

-Muy bien Connor-saco una libreta-¿Como te sientes?-dijo el apuntando algo en su libreta.

¡Vamos dilo!

No lo digas

¡¡Dilo!!

"No me siento bien"

-Bi-ien-dije con trabajo ya que las palabras son muy difíciles de salir.

-Tus padres me dijeron que te cuesta trabajo hacer amigos-dijo el alzando su cara.

Lo podía ver ya perfectamente, tenia unos ojos muy hermosos que cualquiera podría enamorarse de ellos y no hablar de su cabello.

Dijo otra cosa que no logre escuchar ya que me quede embobada viendo su rostro.

-¿Connor?-Dijo el viendo mi cara.Mis mejillas se encendieron.

No dije nada, solo que ahora mi vista estaba hacia mis manos.

Eres tan estúpida.

Claro que no

Solo mírate.

-Ca-allate-e-dije en susurro, cerrando los ojos

Medas tanta pena

-¿Connor te encuentras bien?-dijo el preocupado.

No dije nada mas solo salí corriendo hacia los baños, podía jurar que mientras corría las luces se iban apagando.

 Ingrese lo mas rápido que puede a los baños, por suerte todos estaban vacíos. Abrí la tapa del escusado y vomite.

Y no basto con ver mi vomito para luego desmayarme.

Era sangre.

Mad HatterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora