Te vi un punto, y flotando ante mis ojos
la imagen de tus ojos se quedó,
como la mancha oscura, orlada en fuego,
que flota y ciega, si se mira al sol.
Adondequiera que la vista fijo,
torno a ver sus pupilas llamear;
mas no te encuentro a ti; que es tu mirada;
unos ojos, los tuyos, nada más.
De mi alcoba en el ángulo los miro
desasidos fanáticos lucir:
cuando duermo los siento que se ciernen,
de par en par abiertos sobre mí.
Yo sé que hay fuegos fatuos que en la noche,
llevan al caminante a perecer;
yo me siento arrastrado por sus ojos,
pero a dónde me arrastran, no lo sé.
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Rimas y leyendas - Gustavo Adolfo Bécker
PoetryA esta red social le faltaban poemas de un grande como Bécker ihi