•lunes 16
Todas las miradas se centraban en mí ya que era la nueva en el instituto.
Claro...al ser la nueva la conserje tenía que guiarme en el centro para que al menos no estuviese tan perdida.-Esta es la cafetería, esta abierta de 7:00 a 8:30 para que podáis desayunar y en los recreos también abre. Luego...esta es dirección, conserjería... -me decía la conserje mientras yo estaba atenta de mis pensamientos sin prestarle demasiada atención- secretaría...baños aunque eso es obvio -rió leve.
-Vale gracias, pero yo sólo le pregunté cuál era mi clase... -le dije algo extrañada.
-Ah... -me miró algo decepcionada y contestó a mi pregunta- tu clase es 4° C ahora mismo están en clase de lengua.
-Y... ¿Cuál es esa clase?
-2 piso, aula 36 pasillo izquierdo. -finalizó su frase con una sonrisa de oreja a oreja.
Asentí y crucé aquel largo pasillo, subí las escaleras mientras contaba cada escalón (24 en total), crucé el pasillo y me dirigí a la clase de lengua donde me dijo la conserje.
Piqué la puerta esperando la respuesta del profesor.-¿Se puede pasar? -interrumpí la clase abriendo un poco la puerta mientras asomaba la cabeza por la pequeña rendija.
-Claro, pase señorita. -me respondió el profesor concluyendo sus explicaciones dirigiéndose a mí para presentarme ante mis nuevos compañeros.
Todas las miradas de los alumnos se giraron hacia mí, analizando cada milímetro de mi cuerpo y sobre todo de mi cara.
-Señorita ¿se encuentra bien? -dijo el profesor sosteniéndome del hombro ya que veía que me estaba poniendo pálida.
-Ehh...sí, me agobia que me mire tanta gente...
-Oh... Chicos, esta es la chica nueva, por favor. Tratadla de manera que se siente agusto con la clase. Como ahora después os toca con vuestro tutor os presentaréis para conoceros, y ahora, sigamos con la lectura.
Me senté al final del todo, junto a la pared. Aquello era demasiado aburrido y me puse a mirar por la ventana.
-Tsts, ¿te aburres verdad? -me dijo una chica morena volteandose hacia mí susurrándome- hola,yo soy Sheila,encantada.
-Si... Yo soy Lydia, igualmente.
-Vete acostumbrando cielo, las clases de Rodolfo son un coñazo.
-Pfff... Encima su aliento huele a anchoa... Valla elemento...
-Valla, ya tenemos mote para él, "anchoa".
Reímos bajo para que no se nos escuchara.
-Lydia, si quieres vamos juntas a la clase siguiente y te sientas a mi lado.
-Claro. -se volvió a girar y siguió con la lectura, mientras tanto yo seguía mirando por la ventana y de vez en cuando miraba mi reloj para ver qué hora era.
Cuando sonó el timbre para el cambio de clase ayudé a Sheila a guardar sus cosas en su cartera de Adidas con estampado de universo.
La chica parece simpática y no me cae mal (al menos de momento).Bajamos al 1 piso y entramos al aula 19.
-Buenos días alumnos. -dijo la tutora.
-Buenos días profe. -dijimos todos al unísono.
-Profe, hay una chica nueva. -dijo Sheila mirándome sonriendo.
-¿Quién? -preguntó la profesora, y de nuevo todas las miradas se centraron en mí- Acercate a mi mesa y te apunto en la lista, y así aprovechas y te presentas ante todos nosotros ya que estamos en clase de tutoría.
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(Te)rmin(Amo)s
Jugendliteratur¿Por qué la gente de hoy en día se empeña a serle fiel a su pareja? ¿Por qué no romper las reglas y desmelenarse? En esta historia veremos a un grupo de amigos y de enamoramientos bastantes curiosos, relaciones desenfrenadas y alocadas, rollos pasa...