Un Año Nuevo Juntos

_ ¡Es que tú nunca escuchas, idiota! - gritó el rubio furioso.

_ ¡¿Escuchar qué, imbécil?! ¡¿Ahora me culpas a mí?! ¡Te dije claramente que no le hablaras nunca más y ahí vas! ¡Ella simplemente te está engañando, estúpido! - le devolvió el grito el Uchiha.

Todo había comenzado cuando la ex novia del rubio, Shion, había llegado a Konoha después de tres años, supuestamente se había ido a otra universidad para continuar con sus estudios y con eso dejó al rubio devastado. Pero durante ese tiempo, Sasuke se había encargado de curar y cuidar su corazón pues él ya estaba enamorado de Naruto desde hace mucho tiempo y poco a poco el rubio empezó a corresponderle, ahora llevaban dos años de relación pero Shion volvió, con la única finalidad de recuperar a Naruto, aunque éste sólo la quiera cómo amiga y piense que no es cierto, Sasuke sabe las verdadera intenciones de la chica.

Y no lo decía por él, si el rubio quisiera irse con Shion, lo dejaría, por más que le doliera, pero si así garantiza la felicidad de Naruto, lo haría, eso si ella fuera una buena mujer. Pero ella sólo quería su dinero, sólo quería burlarse de él como hace años y no lo iba a permitir.

Como amigo, como pareja del Uzumaki, no lo iba a permitir.

_ ¡Estoy harto, Sasuke! ¡Harto de ti! - y esa fue la gota que derramó el vaso. Sasuke salió de la casa antes de que el rubio pudiera detenerlo, si Naruto no le quería creer él no podía obligarlo.

Sasuke se detuvo en el parque y se sentó en una banca mientras sentía como sus ojos se humedecían inevitablemente.

_ Desearía que nunca te hubieras cruzado en mi camino, Naruto - murmuró con amargura.

No era justo esto. No era justo pelearse con la persona que amabas en el momento en el que se suponía que pasarían el año nuevo juntos. Que se suponía que pedirían un deseo juntos a una estrella fugaz que ya había pasado hace unos segundos.

Cerró levemente sus orbes color ónix y cayó dormido.

Cuando despertó, no pudo evitar ver que ahora estaba en su habitación, en su cama.

Entonces, alguien entró al cuarto, por un momento, creyó que era Naruto pero era... ¿Sakura?

¿Sakura, la pelirrosa que lo fastidiaba como nadie lo hacía?

¿Sakura, la pelirrosa que había rechazado de mil y un maneras?

¿Esa Sakura? Parecía que así era.

_ Sasuke-kun - la chica sonrió - Finalmente despertaste - lo abrazó fuertemente - Mi vida, lo siento, lo siento mucho.

¡¿Despertar?! ¡¿Mi vida?!

_ ¿Qué me pasó, Sakura?

_ Etto... yo te di una noticia pero creo que no te lo tomaste muy bien y entonces te desmayaste...

_ ¿Noticia? - se nota que no le sirve el cerebro por ahora.

_ Si... yo, ehm... estoy esperando un bebé tuyo - dijo nerviosa con un asqueroso sonrojo, muy notable para su desgracia.

_ ¿Qué? - se levantó de la cama bruscamente - No... no es cierto... mientes - susurró, tratando de convercerse a sí mismo más que a la pelirrosa. Maldición, ¿cómo pasó esto? Exigía respuestas y no se iba a quedar con las ganas.

Inmediatamente salió de la casa a pesar de los gritos que Sakura emitía.

Fue a la casa del dobe y tocó la puerta desesperadamente.

_ ¿Necesita algo? - lo miró raro la niña parada frente a él... pero... ¿qué demonios? ¡¿Quién era esa niña?! Tal vez la prima del usuratonkachi o algo así, por el parecido que tenían ambos.
_ Sí, necesito hablar con Naruto... soy amigo suyo - bueno, si amigo quiere decir que se besaban y acariciaban llegando a... ehm... si, amigo.