-No lo sé, nunca he compartido piso. Eso sí, ¿tendré una habitación para mi sola, no? - en esos momentos estaba hablando con el que próximamente iba a ser mi compañero de casa, que también era mi primo, Frank.
-¡Claro que sí! Que te esperabas, ¿tener que compartir una habitación con todos nosotros? Quita, quita, que si te violan va a ser mi culpa. Como máximo la compartirías conmigo, pero no tendría privacidad y no me gusta.
- Eres un egocéntrico, tío - me reí - entonces, ¿voy el martes que viene? Así tengo una semana para preparar todo y coger el billete de tren para ir a Madrid.
-Claro, enana, aquí te espero, mejor dicho, esperamos. No te preocupes, son todos muy majos. Vamos hablando, ¿vale?
-Claro, adiós Frank, te quiero.
-Yo más, princesita. - Sonreí. Todavía me acuerdo cuando me puso ese mote. Tendría él ocho años, y yo seis. Era su cumpleaños y me empeñé en ir vestida de princesa. Desde ahí me llama "princesita".
Colgué el teléfono y me tiré en mi cama, y siempre que hago eso, me pongo a pensar.
Por fin me iré de este pueblo lleno de recuerdos, tanto buenos como malos, pero más de los segundos. Aunque eso signifique dejar atrás amigos, familia, lugares, momentos y muchas cosas más. Pero oye, los cambios suelen ser buenos, ¿o no?
Por lo menos estaré con mi primo, que es como mi hermano. Pero allí hay muchísimas más oportunidades, más conciertos. Pero no está Mario, ese chico del que llevo enamorada toda la vida. Tampoco están María, o Alba, ni Dani, mis mejores amigos. Me han prometido que vendrían a verme, y yo a ellos que volvería, en algún momento, pero volvería... Irse también implica dejar a mamá y a papá detrás. Sé que ya no soy una niña, pero no sé, han estado conmigo toda la vida, tanto en los buenos como en los malos momentos, igual que Frank, pero es un sentimiento diferente.
Tanto pensar no me hacía bien, total, me levanté y salí de mi cuarto, que no por mucho tiempo lo seguiría siendo. Bajé al salón y ahí estaban mis padres, como siempre, les comenté que me iba el martes y, claramente, me apoyaron. Dicen que van a echar de menos a su niña. Siempre les recuerdo que yo ya no soy una niña, y contestan que yo siempre seré su niña pequeña.
No me apetecía estar ñoña, decidí poner un mensaje en nuestro grupo : "Chicooos! Mi última semana aquí, salimos?" Y, por desgracia, no pudo ser. María se iba a casa de su novio, Dani estaba en una casa rural con su familia, y Alba de exámenes finales.
Al final acabé con un plan de Netflix, pizza, sofá y manta, qué decir, mi plan favorito. De repente llaman a la puerta. ¿Quién será? Voy a abrir y veo a tres personas con medias de mujer en la cabeza. Grito, reacciono y cierro la puerta, eso sí, pillándole a uno la mano.
-¡Me cago en tu vida Lara Ramírez!
-¿Dani? - me río y abro la puerta - qué cojones hacéis con vuestra vida, me habíais asustado. ¡Casi me da un infarto - río - Se quitan las medias, que deformaban sus caras. - ¿No teníais cosas que hacer?
-Siempre podemos hacer un hueco para nuestra próxima urbanita (1*) favorita.------------
1* Urbanita: Persona que vive acomodada a los usos de la ciudad
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¿YO? ¿COMPAÑERA DE PISO DE MIS YOUTUBERS FAVORITOS?(vegetta y tú)
FanfictionElla, una chica normal, de veintitrés años recién cumplidos, y ansiosa por descubrir su futuro. Él, un famoso de Internet, de 27 años, al que nunca le ha ido bien en el amor. Se conocerán, para bien o para mal.