A las sombras de Este Corazon

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Prologo

Por un largo tiempo me he considerado a mi misma como una persona desdichada por las cosas de las que carezco y el lugar en el que me encuentro, además de la posición social en la que vivo, jamas he sido la gran cosa, la mejor de la clase o bien la mas linda o que se yo la mejor en algo y eso me parecía desdichado.

Sueño mucho, me considero demasiado soñadora y hasta despistada en ocasiones, por mantener la cabeza en otros lugares menos en mi cuello. Mi madre ha enfermado y por poco muere, el  cáncer azoto nuestras vidas de una manera irremediable, en el inicio de su enfermedad el psicólogo nos recomendó comenzar un proyecto juntas, el gobierno estaba brindando cursos variados para personas con diferentes enfermedades terminales, es un proyecto nuevo en el ministerio de salud de mi país, mi madre y yo escogimos el curso de locutoras de radio, yo conseguí un trabajo de medio tiempo,  deje mis estudios de diseño publicitario y me dedique  a mi madre, el dinero no era suficiente, entonces un alma bondadosa nos apadrino. 

Conocía a Isabella desde que teníamos 7 años, su familia dice que le salve la vida, pero nunca lo vi de ese modo, toda su familia era hermosa, físicamente, solo físicamente, pero ella era distinta, siempre fue pálida y muy delgada y no por pasar hambre si no por metabolismo, aun así tenia un corazón bondadoso y bello, era muy enana en la escuela y su rostro no era del todo agradable, así que su familia la miraba de forma distinta. En mi casa habían muchos problemas, así que me había apartado de todos. Uno de esos días de escuela, unos niños le molestaban,  lo cual me molesto mucho ya que   mi padre siempre me enseño a respetar a los demás, así que les  enseñe a respetar a los otros, pero tenia tanta ira guardada que aproveche el momento y la situación... hable amablemente con los niños para que la dejaran en paz, pero para mi suerte  el niño mas grande la empujo,  salte salvajemente sobre el y le di la golpiza de su vida, tenia tanta fuerza e ira en mi que le rompí un diente y la nariz, además de moretones y casi le quebré un tobillo, y bueno  el solo me rompió el labio y un poquito.

Casi me expulsan pero le explique a los docentes la situación, y me salvaron, claro esto no sin poner mi carita de perro atropellado. En Agradecimiento Isabella  me trajo un pastel de chocolate, y desde ese entonces nos hicimos inseparables, muchos nos evitaban porque Isabella, se sentía fea y esa  era la percepción que le daba  a los demás, le explique lo que mi padre me había enseñado,  de la manera que te sientes, te ven los demás,que la belleza física no importa, lo importante son tus acciones y  tu corazón, ya que esta belleza siempre se mantendrá igual. Poco a poco Isabella cambio y de pronto eramos las mejores amigas de toda la clase.

Los años pasaron, el físico de Isabella no mejoraba, le pusieron frenillos, y su cuerpo permanecía igual delgado, estirado y sin curvas,  a diferencia de mi que mas bien crecía de mas, eramos distintas, ella de brillante cabello rubio girasol y  yo un poco mas bajita de cabello salvaje y ondulado en tono castaño oscuro, ella de tez pálida y yo de tez morena.

  Mis padres se separaron  y sufrí mucho, mi papa explico sus razones, nunca le odie ni a el ni a ella pero mi madre guardaba un poco de resentimiento, Isabella me apoyo, los años pasaron y la riqueza de su padre creció a viento y popa, el segundo año de segundaría, perdí contacto con ella por el verano,  sus padres la llevaron a hacerse cirugía plástica, su vida mejoro pero nunca perdió la cabeza, ella decía que yo la mantenía con los pies en la tierra. 

Nos separamos después de la secundaria nos veíamos de vez en cuando, ahora ella era de la realeza, sus padres eran millonarios y se les veía con gente poderosa, Isabella era otra y se mudo a la capital con sus padres y ahí estudio leyes y administración, yo me quede acá estudiando y trabajando.

Mama enfermo y la economía empeoro, mi empleo de medio tiempo no era suficiente, le conté  a Isabella de mi madre y de mi empleo, asumió que no dábamos con los gastos y su padre nos apadrino, fueron como Ángeles, dicen que me lo debían, aunque jamas le vi así.

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