Prólogo.

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Ian

Sonó el despertador por quinta vez, porfin reaccione. Me arrepiento de haberlo puesto, de cualquier forma siempre el primer día de clases me levanto tarde. Camino hacia el baño, abro la llave del agua y está helada, sigue sin funcionar el agua caliente. Me tallo la cara y veo mi rostro en el espejo, "nada mal", pienso y me elogio a mi mismo en mis pensamientos. Me meto a la ducha, tomo mi tiempo, y no me apuro en bañarme, ya estoy acostumbrado al agua fría. Salgo, el frío de la mañana pega en mi pecho y eriza mi vello. Me pongo un jersey de mi equipo de fútbol favorito y unos pantalones vaqueros, voy hacia el escritorio y veo la pila de libros que tengo que llevar a la escuela hoy para el primer día, veo los libros etiquetados con mi nombre: Ian Ford. Los meto en mi mochila, y bajo a la primera planta de la casa. Veo a mi madre en la cocina, tiene otra vez el ojo morado, la ira corría por mis venas. Sabía que no podia hacer nada para evitar que mi padre, que estaba viendo el televisor en la sala con una lata de cerveza en la mano derecha, golpeara a mi madre, indefensa, día a día. Le doy los buenos días a mi bella madre y me responde alegre, me siento en la mesa, y ella cálidamente me acaricia el pelo mientras me pone un cereal con leche frente a mi, empiezo a comer mi desayuno. Estoy un poco feliz por que por fin iré hoy a la escuela después de dos meses y medio; me gusta ir a la escuela, ahí olvido todos mis problemas familiares, pero olvidarme de ellos no significa que desaparecerán. Vamos a ver qué otras cosas, además de claro, mis tres idiotas mejores amigos, pueden ayudarme a olvidarme de todo.

Mi Razón De Sonreír.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora